Estos últimos días, el príncipe heredero ha cumplido con su agenda en solitario y muchos se preguntaban el motivo de la ausencia de su mujer. La propia Charlene apuntaba: "Creo que lo que se espera de mí en un futuro cercano es que sea princesa a tiempo completo. Pero sólo me he tomado un descanso. Creo que, como todo el mundo, necesito un tiempo para acostumbrarme".
La última vez que acudió a un acto público en compañía de su marido fue a principio de noviembre, con motivo de la entrega de los premio 'princesa Gracia' en Nueva York y allí se les vio muy felices y acaramelados.
Pero en su última aparición con motivo del centenario de la Parroquia San Martín de Mónaco muchos han reparado en la elección de vestuario de la princesa. Acostumbrada a lucir prendas que se ajustaban a la perfección a su cuerpo, en esta ocasión eligió un amplio vestido color tabaco y una chaqueta negra.
Este fue un motivo por el cual muchos se preguntaron el porqué de semejante cambio y si lo que quería esconder tras la ropa era un tripita prominente propia de una premamá.
Y que ya desde antes de pasar por el altar, Charlene dejó claro que convertirse en madre con la mayor brevedad posible, y aseguraba: "Me gustaría tener hijos pronto, no quiero esperar mucho tiempo para formar mi propia familia".