Al término de la reunión del Consejo de Ministros, Montoro indicó que los contribuyentes que así lo deseen y afloren el capital oculto quedarán regularizados a cambio de pagar este gravamen especial, un procedimiento que, según el ministro, recomienda la propia OCDE en países con especiales dificultades económicas y que ha funcionado en otros estados de Europa.
La amnistía, que se ha aprobado a través de un real decreto-ley que acompañará los Presupuestos de 2012, fija un gravamen específico del 8% para los dividendos o participaciones en beneficios de fuente extranjera derivados de la misma fuente que se repatríen hasta el 31 de diciembre de 2012.
Con este gravamen, las entidades que no han podido beneficiarse de la exención prevista para los dividendos y rentas de fuente extranjera por estar alguna de las sociedades en un país de reducida tributación estarán estimuladas para repatriar fondos a un coste reducido. Debe tratarse siempre de sociedades que estén dentro del grupo mercantil y perfectamente identificadas en la contabilidad de la sociedad.
Asimismo, se implanta otro gravamen especial del 10% de atracción de rentas no declaradas por contribuyentes del IRPF, Impuesto sobre Sociedades e Impuesto sobre la Renta de no Residentes. Hacienda endurecerá el régimen sancionador tributario en 2013, pero con anterioridad permitirá una regularización extraordinaria de capitales, previo pago de este gravamen complementario del importe de los bienes y derechos aflorados.
Los contribuyentes podrán presentar una declaración confidencial para regularizar su situación tributaria. El plazo de presentación y su ingreso finaliza el 30 de noviembre.
MEDIDA EXCEPCIONAL PARA 2012
Montoro se afanó en explicar, en numerosas ocasiones, que se trata de una medida "excepcional y extraordinaria" para afrontar la importante caída de la recaudación de los ingresos y que, una vez pasada esta oportunidad para la regularización del capital oculto, el anteproyecto de ley de lucha contra el fraude, que el Gobierno aprobará tras la Semana Santa, endurecerá los controles y las sanciones por fraude fiscal.
"La idea (la amnistía fiscal) me podrá gustar más o menos, pero tengo que hacerla porque en el país hay que ingresar sin subir los impuestos indirectos, que perjudicarían la economía. Son medidas difíciles para tiempos difíciles y si se consigue recaudar más, será positivo para todos", indicó Montoro, que animó a los contribuyentes que puedan acogerse a esta regularización a que lo hagan "lo más pronto posible" porque, pasado este año, se van a encontrar con un plan de lucha contra el fraude "muy severo".
Además, reiteró que el Gobierno no ha tenido más remedio que adoptar una medida de este tipo porque el Ejecutivo anterior no corrigió suficientemente el fraude. "Se trata de que el incumplidor tributario sea una clase a extinguir", reiteró.
SUBIDAS DE IMPUESTOS
Junto con esta amnistía fiscal, el Gobierno ha incluido en los Presupuestos de 2012 una subida adicional del Impuesto sobre Sociedades, que se suma a las ya aprobadas para el caso del IRPF y a la recaudación prevista por el proceso de regularización voluntario. Con todas estas medidas, prevé recaudar 12.314 millones de euros extra. Concretamente, el incremento de Sociedades aportará 5.350 millones de euros, el incremento del IRPF 4.100 millones y la amnistía fiscal 2.500 millones.
En el caso del Impuesto sobre Sociedades, cuya subida Montoro ha atribuido a la necesidad de que no se siga produciendo una caída del tipo efectivo del mismo, se produce un diferimiento de beneficios fiscales, mediante la reducción del 5% al 1% del límite anual máximo deducible del inmovilizado intangible correspondiente al fondo de comercio, tanto por adquisición de entidades, como por reestructuraciones empresariales, para los años 2012 y 2013.
Además, se elimina la libertad de amortización para grandes empresas. Adicionalmente, se limitará la deducción por libertad de amortización correspondiente a las inversiones realizadas con anterioridad a la derogación del régimen. Con esta limitación, se trata de diferir el incentivo fiscal. Para las pymes se mantendrá la libertad de amortización, siempre y cuando vaya vinculada a la creación de empleo.
Los gastos financieros, que en la actualidad pueden deducirse sin límites las empresas, no serán deducibles cuando excedan del 30% del resultado (Ebitda) del ejercicio. En todo caso, serán deducibles hasta un millón de euros. Los gastos que no fueran deducibles en el año, sí lo serán en períodos futuros, con un máximo de dieciocho años.
Además, no serán deducibles los gastos financieros derivados de la compra de participaciones de entidades de un mismo grupo, salvo que la entidad justifique motivos económicos para la compra de estas participaciones. En este caso la medida tiene carácter indefinido.
La reforma del Impuesto de Sociedades también fija un pago fraccionado mínimo para aquellas empresas cuyo resultado contable supera los 20 millones al año, como nueva obligación tributaria. Será del 8% del resultado de su cuenta de pérdidas y ganancias y del 4% si, al menos el 85% de sus ingresos corresponden a rentas exentas o dividendos con derecho a deducción por doble imposición.
De esta manera, en el próximo pago fraccionado, a ingresar antes del 20 de abril de este año, se aplicará un tipo del 4% sobre resultado contable. La medida solo se aplicará en 2012 y 2013.
Por otro lado, se reduce el actual límite general de deducciones desde el 35% al 25% y está incluida la deducción por reinversión de beneficios extraordinarios. Además, se reduce del 60% al 50% para el caso en que la deducción por actividades de I+D supere el 10% de la cuota. Son reducciones temporales, que afectan sólo a 2012 y 2013.
En cuanto a la exención parcial en la venta de participaciones y con el fin de apoyar la internacionalización de la empresa española, se flexibiliza el régimen de exención en la venta de participaciones en entidades no residentes y se establece un criterio de proporcionalidad en función del tiempo en que se cumplen los requisitos.
MONTORO Y LA MAYOR SUBIDA DE IMPUESTOS DE LA DEMOCRACIA
A la vista de estas subidas fiscales, Montoro fue cuestionado por si iba pasar a la historia por ser el ministro de Hacienda que acometió la mayor subida de impuestos de la democracia. "¿Me lo dice en serio?, preguntó, a lo que respondió con un "en absoluto", tras indicar con ironía que agradece el "título", aunque lo considera "inmerecido" porque ha habido otros ministros de Hacienda "que tienen mucho más mérito" en esta materia.
Por último, afirmó que España ha sido el país desarrollado en el que más ha caído la recaudación, por lo que indicó que el Gobierno no ha tenido más remedio que subir los impuestos. Ahora bien, aseguró que se trata de incrementos "ponderados, equilibrados y equitativos".