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Miércoles 13/11/2024
 
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Cádiz

Los fitosanitarios en España, lejos del respeto al medio

La nueva normativa comunitaria sobre plaguicidas intenta restringir el uso de los productos químicos y fomentar los biológicos para proteger la salud humana pero, aunque el sector agrario avanza en esa línea, España está aún lejos de tener un mercado transparente y respetuoso con el medio ambiente.

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  • La nueva normativa comunitaria sobre plaguicidas intenta restringir el uso de los productos químicos. -
  • La normativa europea sobre plaguicidas reduce el uso de químicos
  • La nueva normativa ha sido aprobada y obtuvo el rechazo de agricultores y de la industria
  • Prohíben la fabricación de fitosanitarios con sustancias químicas que puedan ser cancerígenas
La nueva normativa comunitaria sobre plaguicidas intenta restringir el uso de los productos químicos y fomentar los biológicos para proteger la salud humana pero, aunque el sector agrario avanza en esa línea, España está aún lejos de tener un mercado transparente y respetuoso con el medio ambiente. 

La normativa, recién pactada por el Parlamento Europeo, tiene dos partes, una sobre la autorización de plaguicidas y otra sobre su uso, y ha sido aprobada tras una larga discusión, principalmente por el rechazo de la industria y los agricultores. 

También prohíbe fabricar fitosanitarios con sustancias químicas que puedan ser cancerígenas, afectar a la reproducción humana o dañar a las abejas, fumigar por el aire, y utilizar pesticidas cerca de zonas públicas como parques, escuelas o jardines. 

Silvia Lacorte, investigadora del Centro de Investigación y Desarrollo Pascual Vila del CSIC, explica que los plaguicidas que se aplican en las extensiones agrícolas son compuestos neurotóxicos que, aunque se degradan en pocos días, son altamente tóxicos y afectan a todos los organismos vivos, también a las personas. 

Eliminarlos “es imposible” porque sin ellos no se podría mantener la producción agrícola ni eliminar las plagas de las ciudades (hormigas o cucarachas), pero “es positivo” que la UE los vaya sustituyendo por otros menos tóxicos.
 
El fenitrotion, por ejemplo, se ha utilizado en España hasta 2007 para eliminar el cangrejo rojo, pero una vez en el río, “este neurotóxico entra en la cadena trófica de los animales” destruyendo todo el ecosistema; algo parecido ocurría con el temefos, uno de los neurotóxicos más letales y rápidos que se fumigaba para eliminar mosquitos; fue prohibido en 2008. 

Sin embargo, aunque la UE va en la buena dirección –opina la investigadora– el verdadero reto es conseguir que se haga un buen uso de esas sustancias. 

De la misma opinión es el químico del departamento de Análisis de Contaminantes Ambientales del CSIC Luis Cuadra, quien reconoce que, aunque los plaguicidas son todos tóxicos, “unos más, otros menos”. 

Sin embargo, los plaguicidas son necesarios y, por lo tanto, lo importante es aplicarlos bien y en las cantidades adecuadas porque en España se suele creer que “si dos es bueno, cuatro será mejor”. 

Sin embargo, frente al poder letal de las sustancias químicas, ¿son los productos biológicos una alternativa inocua?
“Hay una tendencia muy peligrosa de pensar que todos los productos químicos son malos y los biológicos buenos, y eso es un error” porque “por muy naturales que sean, son organismos vivos cuyo uso puede tener efectos secundarios muy perniciosos”. 

“Lo más seguro sería combinar todos los métodos que existen”, (biológicos y químicos) pero, lamentablemente, el problema es que los agricultores no conocen todas las posibilidades ni están suficientemente asesorados por técnicos especializados. 

Precisamente los agricultores son, junto a la industria, los que más se han opuesto a esta normativa que –denuncian– afectará a los cultivos de España y dificultará el control de las plagas propias del mediterráneo, como las que atacan a los cítricos o a los olivos. 

“Necesitamos esas materias activas para cosechar productos de calidad y sanos” porque “a nadie se le ocurrirá comercializar naranjas o manzanas con gusanos porque no se han podido tratar”, denuncia laUPA-A.

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