La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, retomará este lunes las reuniones habituales con los vicesecretarios generales del Partido Popular y con los portavoces parlamentarios del Congreso, Senado y Parlamento Europeo, según informaron a Europa Press fuentes populares.
Esta será la primera reunión que mantendrá la cúpula del partido después de las vacaciones de verano que este año se han acortado más que en otras ocasiones, y lo hará también en medio de la polémica surgida por la decisión del Ministerio del Interior de conceder el tercer grado a uno de los secuestradores de Ortega Lara, el etarra Josu Uribetxebarría Bolinaga, que ha sido criticada por Mayor Oreja.
Este último está citado al encuentro de trabajo del lunes con Cospedal, al igual que el resto de los portavoces parlamentarios del Congreso y del Senado, Alfonso Alonso y José Manuel Barreiro. Una reunión a la que también está previsto que acudan los vicesecretarios Carlos Floriano, Esteban González Pons y Javier Arenas.
La acusación de Jaime Mayor Oreja a Interior, de estar "fortaleciendo" a ETA y a sus demandas por la decisión de acercar al País Vasco a Bolinaga y concederle el tercer grado, ha sentado muy mal en el seno del Gobierno y también entre muchos dirigentes del PP, entre otras razones, por el efecto negativo que puede tener en la campaña electoral de cara a las elecciones vascas del 21 de octubre.
De hecho, el propio ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aprovechó una rueda de prensa el pasado jueves, que ofrecía junto con el ministro búlgaro del Interior, para responder a estas acusaciones, asegurando que durante el mandato del ahora eurodiputado popular se había aplicado el tercer grado a 18 presos de ETA.
Además, el titular de Interior lanzó otra carga de profundidad al exministro al advertir que "todo aquel que diga que el Gobierno ha cedido al chantaje de ETA actúa al servicio de la estrategia de ETA de manera consciente o inconsciente".
Otros dirigentes populares han asegurado a Europa Press que estas palabras habían causado un gran malestar, sobre todo, porque se han producido a pocas semanas de las próximas elecciones vascas en las que, aseguran, España se juega mucho. En este sentido, aseguran que declaraciones como estas pueden quebrar la confianza del propio electorado en un momento crítico.
Además, las fuentes consultadas veían lamentable que estas declaraciones se produzcan por parte de personas que siguen formando parte de la dirección del partido y se preguntan incluso por qué sigue ahí si su discrepancia con el partido y el Gobierno es tan grande.
