Año nuevo, vida nueva dice el refrán, pero yo sigo sentado en la misma mesa de la redacción y tecleando el mismo ordenador. Mi amigo Nano continúa abriendo a las 8.30 de cada mañana su Bazar La Estrella y Pepe, el del quinto, decía que se iba a quitar del tabaco pero sigue fiel a su cita con la máquina mientras toma el primer café del día. Ana, la del sexto, comentaba que a año nuevo, kilos de menos, pero a media mañana se la ve comiéndose el bocadillo de jamón con tomate y huevo frito en el bar de Jesús el Meinato y observando, a través de las cristaleras, que su barrio sigue estando tan sucio como lo estaba hace nueve días.
La flota de autobuses de este nuestro Jerez, como el año pasado, es multicolor y más parece la flota de los equipos ciclistas de la Vuelta. Unos blancos, otros azules y otros rosas. La serpiente multicolor. Antonia, la de la casa de al lado, tenía el pensamiento de darse de alta en el gimnasio, pero yo la veo siempre con tacones, como el mes pasado. Y los niños de al lado, los de enfrente, los de arriba y los de abajo no han perdido sus puestos en las listas del INEM. Los lunes, los martes, los jueves, los viernes, los sábados, los domingos y hasta los miércoles están al sol o al frío de la calle, sin nada mejor, desgraciadamente, que hacer.
Todo sigue igual, igual. Claro que parece que este año las novedades no llegan en enero, como las rebajas y los sueldos que tampoco cambian, sino en febrero cuando el recibo de la luz, del teléfono y de no sé qué más venga incrementado, que lo del IVA ya se había adelantado en el calendario.
La cesta de la compra sube y sube y vuelve a subir como el pasado mes bebían y volvían a beber los peces en el río y los bolsillos se siguen vaciando y vaciando, como las despensas de Cáritas o del comedor del Salvador continúan llenándose porque las demandas, como las del empleo, no cesan, las necesidades aumentan y la solidaridad, gracias a Dios o gracias a la generosidad de la gente, no decae. Sí decae en este año nuevo el ánimo de muchas personas que ven como la vida sigue igual, como tiempo ha cantaba el incombustible Julio Iglesias. Esperemos y deseemos que este año tenga vida nueva, aunque de momento...