Ante miles de personas, congregadas en el sur de Teherán para celebrar el trigésimo aniversario de la revolución, el presidente del país, Mahmud Ahmadineyad, volvió a sugerir que Washington debe ser quien dé el primer paso, con un gesto que demuestre que su voluntad de girar es sincera.
“La administración estadounidense ha anunciado que quiere cambiar y optar por el camino del diálogo.
Ese cambio debe ser fundamental y no solo táctico”, reiteró el mandatario en discurso pronunciado en la famosa plaza de Azadi (Libertad), que presentaba menor asistencia de la esperada.
“El pueblo iraní recibe con beneplácito estos cambios y está preparado para el diálogo, pero en un ambiente justo, lógico y de respeto mutuo”, agregó.
Irán y Estados Unidos rompieron sus lazos diplomáticos en 1980, tras el triunfo del alzamiento popular contra la monarquía autoritaria del último Sha de Persia, el pro occidental Mohamad Reza Pahlevi.
Sin embargo, las raíces del conflicto se remontan a 1953, fecha en la que un golpe de estado planeado y ejecutado por la CIA, e instigado por el Reino Unido, derrocó el Gobierno democrático del primer ministro nacionalista Mohamad Mossadegh y devolvió el poder absoluto al Sha.
Este lunes, Barack Obama reiteró que su administración está lista para tender la mano a Irán y expresó su deseo de que en los próximos meses se cree la atmósfera adecuada para “sentarse en una misma mesa, cara a cara”.
Convencido de que la oferta estadounidense es fruto de la fortaleza de la República Islámica, Ahmadineyad insistió en que debe ser la Casa Blanca la que mueva la primera ficha, retirando las tropas de Irak y pidiendo disculpas al pueblo iraní “por los crímenes cometidos” en el pasado.
“EEUU se ha percatado de que no sirve la fuerza y por eso ha optado por cambiar. Durante muchos años han intentado oponerse a Irán y no lo ha conseguido. El pueblo iraní ha logrado imponerles su voluntad”, subrayó.
“Voy a revelar algo. Hoy día Irán ya no está bajo la sombra de la amenaza. La amenaza se ha acabado. En muchas ocasiones han hecho planes y se han desplegado para atacar. Dijeron, primero Afganistán, luego Irak y después Irán, pero no pudieron”, agregó.
El presidente iraní insistió en que ni siquiera las sanciones “más duras de la historia” han conseguido doblegar en las últimas tres décadas el espíritu y la determinación de la República Islámica.
Concluida la proclama, y antes de que Ahmadineyad tomara la palabra, uno de los presentadores asió el micrófono y con denodada pasión gritó: “Muerte a Estados Unidos, Muerte a Israel”.