Los Houston Rockets han salvado el primer 'match ball' por su supervivencia en los 'play-offs' sumando su primera victoria en la eliminatoria de primera ronda frente a Oklahoma City Thunder (105-103), que acusó la baja de Russell Westbrook y un partido discreto de Serge Ibaka, demasiado lastre pese al inmenso partido de Kevin Durant.
Con el 3-0 en la serie, los Rockets sabían que todos los partidos son finales por la supervivencia y lograron salvar la primera apoyados en la gran actuación de Chandler Parsons, que rozó el 'triple-doble' con 27 puntos, 10 rebotes y 8 rebotes. Apoyado en la versatilidad del alero, Houston se sobrepuso al mal encuentro de James Harden, descentrado contra sus ex compañeros hasta acumular 10 pérdidas y 4/12 en tiros de campo.
Tampoco pudieron contar los Rockets con su base Jeremy Lin, ausente por una contusión en el pecho, pero todos los 'secundarios' habituales rayaron a buen nivel para llegar con una pequeña ventaja al último cuarto, que Durant se encargó de recortar con un partido magnífico (28 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias).
De esta forma, Oklahoma dispuso de la última posesión para empatar el partido, pero la buena defensa sobre Durant provocó que Reggie Jackson, sustituto de Westbrook, tuviera que jugársela con una agónica penetración. El aro repelió su lanzamiento y la bola le llegó franca junto al aro a Ibaka, al que se le encogió la mano y falló un cómodo palmeo en el último segundo.
El pívot nacionalizado español se dejó caer decepcionado sobre el parqué, consciente de que había desaprovechado una oportunidad inmejorable para forzar la prórroga tras una actuación discreta, con 8 puntos y 5 rebotes en 34 minutos. Tras este tropiezo, Oklahoma tendrá la oportunidad de cerrar la serie ante su público en la madrugada del miércoles al jueves.
