El Celta de Vigo, gracias a un tanto de Iago Aspas en la recta final del partido, sumó un valioso punto (1-1) ante un Athletic que sufrió en el primer acto pero que en la segunda parte desaprovechó cuatro clarísimas oportunidades para sentenciar el duelo.
El equipo Marcelo Bielsa arrancó con fuerza. El primer cuarto de hora fue suyo. Los "leones", con su habitual fútbol combinativo, llegaban con facilidad al área celeste. Susaeta hacía daño en la banda derecha; De Marcos con sus llegadas desde atrás.
En tres minutos, el Athletic dispuso de tres oportunidades. El primero en asustar a Javi Varas fue De Marcos con un potente disparo desde la frontal; poco después el lateral Jonny evitaba el remate de un omnipresente Óscar De Marcos en el área pequeña; y tras un saque de esquina, el cabezazo de San José se estrellaba en el larguero.
Pero con el paso de los minutos los vascos perdieron el control del centro del campo y el Celta le hizo sufrir. No es el fuerte del Athletic defenderse. Quedó claro en Balaídos a pesar de que su rival no lo explotó. Iago Aspas disfrutó de dos buenas ocasiones. En la primera se encontró con Iraizoz; en la segunda Ekiza evitó su disparo en el último suspiro.
El Celta estaba crecido. Alex López y Krohn-Dehli volvieron a probar al meta visitante desde fuera del área, aunque la mejor ocasión de los gallegos llegó con un remate de cabeza del argentino Augusto que repelió el larguero. Y cuando más atacaban los de Abel Resino, el Athletic golpeó con un sutil remate de De Marcos.
Pudo empatar el Celta en el arranque del segundo acto, pero de nuevo Iraizoz se lució ante Augusto. Y a partir de ahí el Athletic, con espacios, desplegó su artillería ofensiva. Generó cuatro clarísimas ocasiones, dos de Aduriz y otras tantas de Ibai.
La primera llegó en el minuto 51, con un cabezazo del delantero que desvió Javi Varas; en el 64 Ibai Gómez, que acababa de entrar en el terreno de juego, estrelló su remate en el larguero; un minuto después, Aduriz, en boca de gol, envió fuera el balón; y en el minuto 69 la volea de su compañero se marchaba alta.
Perdonó el Athletic y lo pagó muy caro, pues, en el minuto 82, cuando más sufrían los locales, Iago Aspas sacó a relucir su calidad con un espectacular remate cruzado que hizo inútil la estirada de Iraizoz.
