Cuatro años y una semana después de admitirse la demanda al Concurso Voluntario de Acreedores -se presentó el 16 de junio y aceptada el 24 de julio de 2009- el Juzgado de lo Mercantil de Cádiz, ya posee el acta de la asamblea con el No de los socios a la firma del convenio concursal. Lo que un 26 de mayo, los racinguistas proclamaban de forma unánime, agarrándose como a la única salida posible a la reconducción de la situación, 1.829 días después, la historia es bien diferente. De la ilusión, de entonces, a la triste realidad, de ahora.
Tal y como indicábamos en el día de ayer, el bufete de abogados posee dicho documento tras el traslado del secretario en funciones, Fernando Soto. Como es preceptivo, se hará llegar al Mercantil a lo largo del día de hoy por mediación de las abogadas del club.
Con esta notificación y con el acta ya en su poder, se sigue con el protocolo de dar comunicación al Juzgado de las intenciones de los socios racinguistas. La decisión está tomada y el camino emprendido tiene, sino los días contados por no conocerse el tiempo exacto en el procedimiento disolutivo, sí en cuanto al proceso de liquidación, ha enfilado su momento crucial.
Ahora la decisión a tomar es exclusivamente jurídica. El balón, nunca mejor dicho, está en el tejado del Mercantil. De las manos judiciales saldrán a partir de ahora cualquier determinación posible. El mes inhábil jurídicamente hablando en el que vamos a entrar -lo es todo agosto-, la saturación de procesos concursales que viene soportando el Juzgado, afectados por la cláusula suelo y la coincidencia de la reposición del juez -según fuentes jurídicas hasta octubre no tendrá designado uno- se llegará hasta otoño sin que haya alguna resolución tomada.
Es por tanto, que hasta el mes de octubre, fecha en la que también estaba fijado firmar el convenio concursal, no debiera salir un dictamen judicial al respecto. Fecha de espera y de formalismos que deberán cumplirse legalmente.
Granada y Sevilla fijan sus ojos en Valdelagrana
Sin movimientos de socios que deseen paralizarlo con una solución bajo el brazo, ni acreedores dispuestos a negociar para reactivar una hipotética viabilidad, lo cierto que el interés despertado ha ido más allá del club y de la ciudad. El goteo de llamadas ha sido incesante y desde innumerables puntos de Andalucía, se han interesado por la situación racinguista. Particulares, empresarios o empresas de publicidad han llamado a la puerta para pedir información de la situación institucional de la entidad.
Desde Granada o Sevilla han reclamado conocer detalles en la intención de conocer la realidad exacta. Todo ha empezado y ha terminado en eso. El interés se ha topado con el estado inamovible en el que se encuentra el club. Tal y como indica la abogada Manuela Gutiérrez, “sin cabeza visible y sin socios al frente, nada es posible. Interés ha habido y hay muchísimo en querer entrar“.
El Cuvillo sin problemas… de momento
Uno de los aspectos que más recelo y temor ha despertado es, que sin un Racing compitiendo y en vías de desaparición, qué sucedería con unas instalaciones y con el uso que se le pudiera dar a ellas, ante una concesión administrativa que entra de lleno de forma inesperada en vías judiciales. A tenor de lo expuesto, cualquiera de las opciones barajadas pueden ser tomadas al respecto.
Dos décadas después, el estadio, tras perder la propiedad y ser embargado, 23 años más tarde, de nuevo un Juzgado tendrá la llave para que el José del Cuvillo sea algo más que un simple y vetusto recinto deportivo.
Al menos, la letrada lo tiene claro: “Eso es cuestión del Juzgado, no nuestra. Mientras el Racing esté en liquidación no habrá problemas. Lo que suceda ya luego es determinación del Juzgado de lo Mercantil“.
Ni que decir tiene, recuerda que días antes de la asamblea remitió un escrito al Recreativo Portuense recordando la vinculación de filialidad con el Racing. Este periódico ya informó el domingo 21 de julio de las intenciones de renegociar la situación actual del Recre. Tal y como afirma la abogada, éstos tienen “prioridad”, aunque, eso sí, siempre y cuando hubiese un entendimiento.