Craig Weintraub, el principal abogado del secuestrador de las tres mujeres de Cleveland, Ariel Castro, ha denunciado que deberían haberse tomado más medidas de seguridad ante el posible suicidio de su cliente, según han informado este miércoles los medios de comunicación estadounidenses.
Este miércoles, el servicio penitenciario de Ohio ha indicado que alrededor de las 21.20 horas (3.20 horas en España) los guardias han encontrado a Castro ahorcado en el interior de su celda. El personal sanitario ha intentado reanimarlo, pero sin éxito.
Weintraub ha revelado a la cadena estadounidense CNN que el equipo encargado de defender a Castró solicitó un informe psicológico independiente para evaluar a su cliente, pero su petición fue denegada por las autoridades.
Asimismo, ha reconocido que se quedó "de piedra" tras conocer la noticia del suicidio de Castro. "Creo que es muy raro que un prisionero que lleva en el sistema 30 días sea hallado muerto en su celda", ha afirmado Weintraub, que ha añadido que Castro debería haber estado sometido a una vigilancia más estricta para evitar su suicidio.
Según el abogado, algunos verán la muerte de Castro como "un final feliz a esta historia, un fin rápido y justificable". "Sin embargo, vivimos en una sociedad civilizada y nadie debería celebrar esto", ha señalado.
En declaraciones a la cadena estadounidense NBC, Weintraub ha afirmado que la familia de Castro se encuentra "devastada por las noticias" y ha asegurado que pretende llegar "al fondo" de las circunstancias que han rodeado la muerte de su cliente. "No vamos a dejar pasar esto", ha concluido.
Castro, de 53 años de edad, capturó a Michelle Knight, Amanda Berry y Georgina de Jesús en diferentes años a partir de 2002. Desde entonces las mantuvo en cautiverio y las sometió a varios abusos sexuales, de modo que con una tuvo una hija. Las tres fueron liberadas el pasado mes de mayo, después de que una pidiera ayuda a un vecino aprovechando una salida del secuestrador.
El pasado 1 de agosto, Ariel Castro fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de recurso tras alcanzar un pacto con la Fiscalía para evitar la pena de muerte a la que podría haber sido sentenciado.
Hallan ahorcado en su celda al secuestrador de Cleveland
Ariel Castro, el estadounidense condenado a cadena perpetua por el secuestro, el cautiverio y la violación de tres mujeres en Cleveland ha sido hallado muerto en su celda del correccional de Ohio, según ha informado la cadena CNN.
El servicio penitenciario de Ohio ha indicado que alrededor de las 21.20 horas (3.20 horas en España) los guardias han encontrado a Castro ahorcado en el interior de su celda. El personal sanitario ha intentado reanimarlo, pero sin éxito.
El cadáver de Castro ha sido trasladado al Centro Médico Wexner, de la Universidad de Ohio, donde finalmente se ha certidicado su muerte a las 22.52 (4.52 horas en España). Sus restos mortales aún siguen allí.
El cuñado de Castro, Juan Alicea, ha explicado a CNN que la familia se ha enterado de la noticia a través de los medios de comunicación porque las autoridades penitenciarias todavía no se han puesto en contacto con ellos.
Interrogado por este suceso, JoEllen Smith, del servicio penitenciario, ha asegurado que ya se ha puesto en marcha una "profunda investigación" y ha aclarado que Castro estaba en las mismas condiciones que el resto de presos.
"Estaba bajo un régimen de custodia protector, lo que significa que estaba en su propia celda y que se realizaban patrullas cada 30 minutos, en intervalos escalonados", ha explicado.
Castro, de 53 años de edad, capturó a Michelle Knight, Amanda Berry y Georgina de Jesús en 2002. Desde entonces las mantuvo en cautiverio y las sometió a varios abusos sexuales, de modo que con una tuvo una hija. Las tres fueron liberadas el pasado mes de mayo, después de que una pidiera ayuda a un vecino aprovechando una salida del secuestrador.
El pasado 1 de agosto, fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de recurso tras alcanzar un pacto con la Fiscalía para evitar la pena de muerte a la que podría haber sido sentenciado porque entre los 977 cargos presentados en su contra había dos de homicidio por interrumpir el embarazo de una de las rehenes.
"No soy un monstruo, solo estoy enfermo", dijo, en la última sesión del juicio celebrado en su contra, asegurando que era un adicto al sexo y a la pornografía. "Tengo una adicción, igual que los alcohólicos", argumentó.