La guerra institucional en el Cádiz CF continúa abierta. Si por un lado la Administración Concursal mantiene su solicitud de cesar al Consejo de Administración, Sinergy ha pedido al Consejo Superior de Deportes que no se admita la transmisión de acciones a Locos por el Balón SL.
Y además, Sinergy ha remitido al Juzgado de lo Mercantil de Cádiz su petición de cesar a los tres administradores concursales y nombrar unos nuevos, basando esta petición en el convencimiento de que dichos administradores "mienten en el informe económico del Cádiz CF con el objetivo de salvar su responsabilidad económica y ocultar su nefasta gestión deportiva y empresarial".
En opinión de Sinergy, el informe aportado por los administradores concursales para solicitar al juzgado el ceso del Consejo de Administración está plagado de falsedades con el objetivo de que dichos administradores puedan hacerse con el poder de la gestión y entregarlo a la sociedad Locos por el balón SL. Esta situación, según afirma el letrado Rodríguez Zarza, viene dada por la enemistad de la Administración Concursal con Sinergy y sus relaciones de amistad con la familia Pina, recordando que los administradores acompañaron a la subasta de acciones al representante legal de Locos por el balón SL, Carlos Medina, pese a que en teoría nadie debía conocer la existencia de pujas por dichas acciones.
Además, asegura Zarza que los administradores mantienen retenidos los pagos a futbolistas pese a que existe liquidez suficiente para realizarlos, pero no se hacen debido al interés de crear una situación insostenible para Sinergy que, aunque perjudique los intereses de la sociedad, facilite el cambio en el control societario del Cadiz CF.
Según el abogado de Sinergy, al cierre de la temporada 2011-2012, "el Cádiz CF no había acabado de percibir los ingresos previstos en el presupuesto y las deudas se habían incrementado con la aparición de facturas no contabilizadas y que incrementaban el saldo deudor de la sociedad, por lo que el balance positivo al que hace alusión la Administración Concursal estaba maquillado para cubrir su responsabilidad". Resalta la petición al juez de Sinergy que el informe de los administradores, además de dos facturas aparecidas por valor de 400.000 euros, "omite la inclusión de un saldo deudor generado a raíz del contrato de gestión deportiva que los señores administradores habían autorizado con Calambur SL, que reclamaba al final de la temporada más de 400.000 euros a su favor que el Cádiz CF no tenia posibilidad de pagar".
Entiende por tanto Sinergy, que la Administración Concursal "no manifiesta la verdad cuando dice que el resultado del ejercicio de la temporada 2011-2012 fue positivo en 162.000 euros, puesto que los ingresos previstos no se habían producido y los gastos fueron más de los declarados". Tan claro tiene este punto Sinergy que, según explica su abogado, el propio Antonio Muñoz autorizó a no ingresar el dinero que le correspondía, sino a que la cifra en cuestión se destinara directamente al Cádiz CF para que se pudiera comenzar la temporada porque los ingresos previstos no llegaban y los gastos eran urgentes, retirando posteriormente Muñoz el dinero que le correspondía por la vente conforme los ingresos iban llegando, aunque esto fue bastante más tarde y en menor cuantía de lo estimado.
Sinergy también niega la veracidad del punto del informe Concursal que se refiere a la devolución este verano de dos pagarés por valor de 150.000 euros. Es más, piden a los administradores concursales que los aporten, si es que existen.
Todos estos argumentos deberán ser estudiados por la jueza en un proceso que no se espera sea corto aunque la petición de Sinergy contenga errores de bulto tales como calificar de "no ajustado a Derecho" por "desvirtuar la competicion" el contrato de gestión deportiva mediante el que Pina llevó las riendas del Cádiz CF hace dos temporadas. Y decimos error de bulto porque, según el escrito enviado a la jueza por el abogado de Sinergy, el Cádiz CF y el Granada CF competían en la misma liga, hecho este que no es cierto porque el club gaditano estaba en Segunda B y el granadino en Primera División.
