El pasado domingo fue un día que invitó a salir a las calles, y ya no sólo por la magnífica jornada primaveral, sino por la cantidad de actos sociales que reunieron a cientos de personas.
En primer lugar, y en torno a las doce del mediodía, la parroquia de San Francisco se convirtió en una fiesta religiosa con motivo de la procesión de Jesús Resucitado. La sagrada imagen del Dulce Nombre de Jesús partió del templo una vez celebrada la eucaristía que impartiría el párroco Manuel Rodríguez Salas, y donde actuó el coro de la hermandad del Viernes Santo arcense. La liturgia tuvo un carácter especial por la celebración de la resurrección de Cristo, que en Arcos, ya se sabe, se vive una semana después por la fiesta del Toro del Aleluya.
Ya en la calle, la sagrada imagen salió en su plateada canastilla decorada con flores blancas y sobre peana dorada, con su característica señal de triunfo sobre la muerte. La procesión estuvo acompañada de la agrupación musical de la hermandad jerezana de La Sentencia y del alcalde de la localidad, José Luis Núñez, quien acompañó así a la junta de Gobierno de la hermandad y a la presidenta del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, Mari Nieves Sánchez.
El desfile de este año tuvo un carácter especial porque vino a coincidir con el VI Encuentro Nacional de Hermandades del Dulce Nombre de Jesús. La cita fue sujeta durante todo el fin de semana de un amplio programa que recogía conferencias, la exposición fotográfica inaugurada en la capilla de La Misericordia y varios encuentros de convivencia, para culminar con la procesión de Jesús Resucitado.
