La secretaria general de Formación Profesional y Educación Permanente de la Consejería de Educación, Guadalupe Fernández Rubio, y la Comisionada para el Polígono Sur de Sevilla, María del Mar González, han asistido este martes a la entrega simbólica del Premio Confucio de Alfabetización 2014 de la Unesco y del Premio Nacional de Educación Miguel Hernández, a la comunidad educativa del centro de educación permanente (Ceper) Polígono Sur.
El galardón de la Unesco, concedido por su trabajo integral con la población de esta zona en riesgo de exclusión, fue recogido la semana pasada en Bangladesh por la directora del centro de adultos, Ana García, que este martes lo ha entregado simbólicamente junto con el premio Miguel Hernández a la comunidad educativa del centro y ante una representación del resto de entidades con las que los docentes trabajan en red.
Este trabajo coordinado, fruto del proyecto socioeducativo diseñado por el Plan Integral para el Polígono Sur en aras de conseguir la transformación del barrio, ha sido una de las claves para la concesión del prestigioso galardón internacional.
Al acto acudió una nutrida representación de las entidades que trabajan en red con el centro de educación permanente, como los distintos colegios de Primaria y Secundaria e institutos de la zona, el IES Mayor Zaragoza de Bellavista; las universidades de Sevilla y Pablo de Olavide, la residencia universitaria Flora Tristán, los dispositivos públicos de Empleo (CODE y Escuela Taller del barrio); Salud y Servicios Sociales Comunitarios; los responsables del centro Guadalinfo y Feansal, responsables del programa de alfabetización digital; y las entidades que colaboran en los proyectos extraescolares como Verdes del Sur, ECCA, CIMA; la Fundación Atenea, la Fundación Don Bosco, Akherdí, Fakhali o Meridianos (Medio Abierto).
UNA OFERTA INTEGRAL
En su visita, la secretaria general ha podido conocer los programas educativos que se llevan a cabo, entre ellos las clases de alfabetización con las que han aprendido a leer decenas de personas adultas que en su día no tuvieron esa oportunidad, así los de formación básica y Secundaria dirigidos a jóvenes que dejaron los estudios para trabajar durante el boom del ladrillo y que con la crisis han vuelto a las aulas para lograr una titulación. Los responsables del centro de adultos han explicado que, dentro de su filosofía de "educar para la vida", también se imparten cursos de español para inmigrantes que permiten a los nuevos vecinos y vecinas del barrio integrarse en su entorno; de nuevas tecnologías para superar la brecha tecnológica; de educación vial, esenciales porque gran parte de la población vive de la venta ambulante y necesita conducir; y se trabaja estrechamente con los centros de empleo para crear itinerarios formativos y laborales para el alumnado, de forma que lo que aprenden pueda encaminarse a la búsqueda de un puesto de trabajo.
La formación reglada se completa con actividades con las que desarrollar el interés por el ocio, la cultura y la vida saludable entre el vecindario, como tertulias dialógicas, talleres de teatro y otras actividades de calle tanto para jóvenes como para personas adultas, puesto que el objetivo del centro es el desarrollo integral de las personas y el empoderamiento de colectivos como las mujeres o la tercera edad.
Esta filosofía de trabajo en red, como ha explicado la comisionada para el Polígono Sur, es un ejemplo perfecto de las buenas prácticas que el Plan Integral está impulsando para mejorar la formación de los vecinos y vecinas del barrio y su posterior incorporación al mercado laboral, el primer paso para la mejora de su calidad de vida y para el proceso de transformación necesario para colocar al Polígono Sur al nivel de cualquier otro barrio de Sevilla. Este impulso, como también destacaron la directora del centro y la comisionada, se lleva a cabo desde la escuela pública andaluza, con los recursos que desde la administración educativa se establecen para compensar la desigualdad de oportunidades ante la educación que han sufrido los sectores más desfavorecidos, entre ellos las mujeres y el colectivo gitano.
FRUTO DE LA COLABORACIÓN
La secretaria general también visitó los huertos ecológicos del centro, un proyecto nacido de la colaboración con la Universidad de Sevilla, que investigó la forma de poner en marcha una iniciativa que se ha convertido para un grupo de vecinos y vecinas en una oportunidad de empleo, así como en una forma de mejorar sus hábitos de vida saludables al aumentar su consumo de frutas y verduras.
Durante el acto, la directora del Ceper realizó la entrega simbólica de los diplomas que acreditan la concesión de ambos premios a un maestro y a un alumno del centro, en representación de toda la comunidad educativa. Los galardones, que permanecerán expuestos en el centro, suponen para el Ceper y para el Plan Integral del Polígono Sur un acicate a la hora de seguir impulsando las políticas de transformación social en un barrio en el que viven más de 30.000 vecinos.