El Real Madrid abre la décima jornada liguera de Primera División con todas las miradas puestas en su rendimiento y en la capacidad de Bernd Schuster para sacar al equipo blanco de su momento más delicado de la temporada.
Las dos derrotas en Liga de Campeones ante el Juventus italiano, el empate en Almería en el último compromiso liguero o el traspié copero en Irún ante un Segunda B han creado un clima de inseguridad en el Real Madrid, agravado por la eterna comparación de juego con su gran rival, el Barcelona, líder a sólo dos puntos del conjunto madridista.
El Real Madrid quiere quitarse ante el Málaga la sensación de impotencia que dejó la visita al Bernabéu del Juventus. Derrotado y con poco poder de reacción, el vestuario se marca el reto de dejar la portería de Iker Casillas a cero para comenzar a crecer desde la defensa. El equipo blanco ha encajado gol en diez partidos consecutivos (un total de quince tantos), pero Schuster no ve “ningún bache”.
Tendrá que improvisar el técnico alemán, que no para de recibir malas noticias. A la baja de Rubén de la Red, a quien le realizan pruebas para descubrir las razones de su desvanecimiento, se unen en la enfermería Pepe, aún con molestias por el fuerte golpe recibido en Almería, Robben con una nueva rotura muscular y Ruud Van Nistelrooy, que inunda de preocupación al madridismo por sus problemas de menisco.
Entra en la convocatoria con serios problemas para jugar Sergio Ramos, con su tobillo derecho hinchado por un fuerte golpe ante el Juventus que le ha producido un hematoma. Y la gran novedad de una convocatoria de 19 jugadores es el delantero canterano Alberto Bueno, máximo goleador del Real Madrid Castilla. Los problemas en la delantera y la poca confianza que Schuster tiene en Javier Saviola, le pueden llevar a variar su sistema y jugar con un 4-4-2.
Mientras, el Málaga pretende ahondar el momento que vive el Real Madrid y conseguir una victoria que borre la goleada encajada en la pasada jornada ante el Barcelona, y le permita introducir en las estadísticas su primer triunfo ante el conjunto madridista.
El Málaga nunca ha ganado al Real Madrid en el Bernabéu ni en La Rosaleda. Su máximo premio fue un empate cuando el ahora presidente del conjunto blanquiazul, Fernando Sanz, era jugador y obtuvo el gol de la igualada en la temporada 2001-2002. No obstante, los enfrentamientos entre ambos equipos llegan marcados por el buen fútbol y los goles.
Además, será un día especial para el actual máximo mandatario malaguista, Fernando Sanz, porque por primera vez un ex jugador del Real Madrid –además de hijo del ex presidente Lorenzo Sanz– presidirá desde el palco del Bernabéu un partido como rival.
El delantero Salva Ballesta y el defensa brasileño Fabiano Adriano Rossato son las únicas bajas que tiene Antonio Tapia, ya que se ha recuperado el lateral derecho Jesús Gámez de unos problemas físicos. El técnico del Málaga confía en los mismos jugadores que fueron convocados para el partido de la pasada jornada ante el Barcelona y repetirá la misma alineación en el Bernabéu.
Van Nistelrooy podría tener dañado el menisco
El delantero holandés del Real Madrid, Ruud Van Nistelrooy podría tener afectado el resto del menisco del que fue operado en el año 2000, por lo que los médicos del Real Madrid deberán consultar al galeno que le intervino entonces antes de tomar una decisión sobre su tratamiento. Tras la exploración clínica y la resonancia magnética que se le realizaron ayer, los servicios médicos del Real Madrid han observado “una posible lesión del resto del menisco externo de su rodilla derecha, operada en el año 2000 por el doctor Steadman”.
Por ello, consultarán a dicho doctor para valorar las diferentes posibilidades terapéuticas de dicha lesión del atacante que ya entonces le tuvo casi un año en el dique seco, aunque ahora es pronto para avanzar plazos.
El madridista se lesionó la rodilla derecha en un partido amistoso contra el Silkeborg el 6 de marzo de 2000 cuando todavía militaba en el PSV y días después, durante un entrenamiento, se dañó el ligamento cruzado. La lesión, que le tuvo casi un año en el dique seco, frustró entonces su fichaje por el Manchester United.