La Brigada Científica de la Policía ha descartado que el incendio que destruyó la fábrica de Campofrío en Burgos fuera intencionado, al no haber encontrado ninguna sustancia acelerante que avale esta teoría.
Según publica este sábado Diario de Burgos, el origen de las llamas fue "fortuito", después de que los perros de la unidad canina para la detección productos inflamables no encontraran ni gasolina, ni queroseno, ni acetona, ni ningún líquido de esta naturaleza.
Asimismo, según esta información recogidas por Europa Press, los agentes emplearon drones para sobrevolar el foco principal del fuego, sin que las imágenes que tomó hayan revelado nada extraño. Por su parte, la secuencia de las alarmas que saltaron con el inicio de las llamas tampoco indica "nada fuera de lo normal".