Antonio Ceballos Atienza, el obispo Emérito de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, también ha querido expresar su tristeza tras conocer el fallecimiento de Antonio Dorado Soto, su antecesor en el cargo.
Ceballos aseguró sentirse "muy afectado" con la pérdida de este pastor de la Iglesia, "al que he tenido como amigo, y al que he profesado siempre el máximo respeto y cariño". Y es que el Obispo Emérito de Cádiz trabajó codo con codo con Dorado Soto durante muchos años, sobre todo cuando se encargaba del Secretariado de la Comisión Especial del Clero en la Conferencia Episcopal Española, Comisión que presidía Dorado Soto.
"Era una persona dialogante y también muy exigente, humano, intelectual y muy querido entre los gaditanos". Ceballos indicó que fue un hombre "muy trabajador en unos tiempos muy difíciles, lo que me supuso un esfuerzo enorme cuando me tocó sucederle en el cargo para intentar continuar con la labor que venía realizando". "A lo largo de mi vida me han unido muchos lazos con él, lo he apreciado mucho y lo vamos a echar de menos, aunque sabemos que él está ya rezando por nosotros".
A sus 78 años de edad, Antonio Ceballos continúa viviendo en la Residencia de las Hermanitas de los Pobres de Jaén, donde comparte vida con el resto de personas mayores. “Aquí me siento como uno más. Es un lugar donde puedo seguir sirviendo a la Iglesia”, valoró el obispo, que sigue guardando un gran recuerdo de la Diócesis, donde pasó 17 años.
