“No debemos valorar si se ha vendido más o se ha vendido menos”. Ése es el error de partida que el presidente de la Asociación Provincial del Comercio de Sevilla, Tomás González, considera que ha habido en la polémica inicial sobre la aplicación de la liberalización de horarios en la Zona de Gran Afluencia Turística, que terminó el pasado domingo.
Durante una entrevista en Ondaluz TV Sevilla, el presidente de Aprocom defiende que es un “servicio al sector turístico” y “Sevilla no se puede permitir que, siendo el turismo una de las principales fuentes de ingresos, el sector más pujante y que más aporta al PIB, el comercio, estuviera cerrado. Con esto creo que ya está conseguido el principal objetivo”.
Aún así, reconoce que “ha habido comerciantes que no lo han entendido; con el tiempo se va a ir creciendo porque el consumo interno está estable y en las zonas de más afluencia turística las ventas han aumentado”.
Respecto a la repercusión del fin de los arrendamientos de renta antigua, González pide “sensibilidad” a los políticos para evitar que “muchos negocios que son patrimonio de la ciudad desaparezcan”, porque “son irrepetibles y un elemento diferenciador”.
Mejor interlocución
En medio del debate preelectoral sobre la necesidad de una delegación de comercio, el presidente de Aprocom dice que el sector “merece tener un servicio específico”, pero que “no es vital; lo importante es que haya una buena relación entre el Ayuntamiento y el empresario y eso va a permitir que el comercio crezca en al ciudad”.
Y recalca que después de una etapa en la que dichas relaciones “habían estado muy deterioradas”, con el gobierno de Zoido ha habido “una buena interlocución”.
