La directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Carmen Cuello, ha trasmitido este miércoles su más profunda "repulsa" ante el asesinato machista de una mujer en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), en lo que sería el cuarto caso mortal por violencia de género en lo que va de año en Andalucía.
La directora, a través de un comunicado, ha querido recordar a toda la ciudadanía "la gravedad" de un problema social "que mata, que tiene su origen en el machismo y que precisa de una intervención global inmediata desde todos los ámbitos de la sociedad".
Por ello, ha considerado "urgente" la necesidad de crear "una alerta social constante" ante la violencia de género y el machismo que la sustenta, y ha recordado en este sentido el compromiso de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, de promover un Pacto de Estado contra la violencia machista.
Cuello ha querido dirigirse a todas las mujeres que sufren maltrato físico o psicológico para animarles "a dar el paso y pedir ayuda, sin miedo, vergüenza ni sentimiento de culpa", ya que el único culpable "que debe sentir vergüenza es el agresor".
En este sentido, ha recordado a las víctimas que cuentan con toda la red de recursos para su atención y protección, a la que se accede desde los centros provinciales del IAM o con sólo una llamada al Teléfono de la Mujer (900 200 999), y que abarca desde la acogida inmediata en caso de alto riesgo hasta los servicios psicológicos y jurídicos para las mujeres y menores a su cargo.
La directora también se ha dirigido a los agresores, a los que ha querido recordar que las mujeres "no son de su propiedad", y que el amor "nunca implica sumisión ni dominación". Así, ha recordado que los celos y la necesidad de control "no son síntomas de amor, sino de inseguridad", por lo que, ha añadido, quien lo sufre "debe darle solución inmediata a su problema, con ayuda psicológica".
La directora ha explicado que la violencia de género "es la manifestación más extrema" de la desigualdad hacia las mujeres, por lo que ha pedido a las instituciones y a "toda la ciudadanía" en general que expresen su rechazo no sólo a la violencia de género, sino también al machismo.
Asimismo, ha advertido de que "cualquier mujer puede convertirse en víctima, y cualquier hombre en agresor", desde el momento en el que asume un rol de dominación y poder machista en su relación con una mujer, por lo que ha animado a todas las personas a "eliminar" en su vida "toda actitud machista que contribuya a perpetuar, consentir o justificar" la desigualdad hacia las mujeres y la violencia de género en la que deriva dicha desigualdad.