Al menos cinco personas murieron, entre ellas dos civiles, y otras 51 resultaron heridas en un ataque insurgente perpetrado hoy contra un cuartel general de la Policía en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán.
El ataque empezó esta mañana cuando un atacante suicida detonó un camión cargado de explosivos contra un muro situado en la parte trasera del cuartel en la capital provincial, Lashkarga, afirmó a Efe un portavoz de la Policía regional, Farid Ahmad Obaid.
Según la fuente, la explosión permitió a otros dos insurgentes penetrar en el recinto, aunque uno de ellos fue abatido a tiros por la Policía a los pocos minutos, mientras que el otro murió tras detonar los explosivos que portaba en un chaleco.
El portavoz del gobernador de Helmand, Omar Zwak, concretó a Efe que entre los heridos hay dos policías y que el resto son civiles, y añadió que ninguno de ellos se encuentra en estado grave.
Aunque ningún grupo ha reivindicado este atentado, los talibanes están inmersos en su tradicional ofensiva de primavera, lo que ha supuesto un aumento en sus acciones armadas en todo Afganistán desde su lanzamiento el 24 de abril.
En las últimas 24 horas al menos 89 supuestos talibanes murieron en todo el país y otros 50 resultaron heridos por choques con las fuerzas de seguridad, según un comunicado del Ministerio del Interior afgano.
Los insurgentes han conquistado seis distritos desde el inicio de la ofensiva a mediados de abril, aunque cuatro de ellos fueron retomados por el Gobierno, lo que deja en poder de los insurgentes 13 de las 375 demarcaciones del país.