Cuanta verdad hay en el dicho que afirma que “cuando hay toros no hay toreros y cuando hay toreros no hay toros”, y es que esta noche en El Puerto más de un toro, de la excelentemente presentada corrida de Salvador Domecq , se ha ido para el desolladero con las orejas. Sé que alguien me puede datar de “largón” tras leer esta crónica, pero como aficionado debo de defender a la Tauromaquia en la parte que me toca.
Nada destacable en los lances de recibo que Padilla realizó a su primer toro. El jerezano no se acopló con la muleta ante un toro que tenía mucho que torear. Le realizó una “descafeinada” faena de muleta basada en tandas sin ligazón. La terminó con molinetes de cara a la galería. Lo mató de media tras pinchazo y fue ovacionado. Este toro se lo brindó al abogado y aficionado sevillano Joaquín Moeckel.
A su segundo toro lo recibió con largas en el tercio para después torearlo con verónicas a pies juntos. Lo llevó a caballo galleando por chicuelinas y le realizó un vistoso quite por faroles.
En esta ocasión el brindis fue para la tonadillera Laura Gallego, quien a la vez le regaló su voz al principio de la faena de muleta. Tras un vibrante comienzo de faena de rodillas, ésta se fue diluyendo, primando más la cantidad de pases que la calidad de los mismos. Tras estocada el público de manera festiva le pidió las dos orejas pero el presidente, con buen criterio, tan sólo le concedió una, lo que desató una gran bronca hacia su persona que aguantó con firmeza. Felicito como aficionado a Jesús Neva por la no concesión de la segunda oreja y a la vez le insto a que no baje el listón para futuras ocasiones.
Francisco R…. O…., (los puntos suspensivos homenajean a dos apellidos ilustres de la Tauromaquia de los cuales hoy el torero no ha hecho honor), ha pasado como una sombra por El Puerto. Se ha mostrado sin repertorio, ganas ni ambición. En sus dos faenas ha aburrido tanto al público como a los toros. Deseo que la próxima vez que toree en La Real Plaza de El Puerto, haga mérito para recuperar las letras que le ocultado con los puntos suspensivos.
Nadie puede decir que “El Fandi” sea un gran torero, pero se le agradece que tarde tras tarde dé todo lo que tiene. A su primer toro lo recibió con tres largas en el tercio para luego lancearlo por verónicas. Lo llevó al caballo con un galleo por chicuelinas. Le realizó un quite intercalando chicuelinas y tafalleras. Mostró todo su poderío en el tercio de banderillas. La faena la comenzó de rodillas y la realizó arropado por el público festivo que llenaban los tendidos del sol. Cabe destacar de ella algunos naturales de buen trazo. Tras media estocada y descabello el presidente le concede una oreja pedida por aplastante mayoría.
Al sexto de la tarde también lo recibió con una larga cambiada. Colosal de nuevo en el tercio de banderillas. Con la muleta aprovechó las nobles embestidas de un toro que poco a poco se fue apagando, quizás debido a que sangraba en demasía. Tras una estocada volvió a cortar una oreja solicitada por la mayoría de los asistentes.
Ahora a toro pasado me atrevo a hacer estas preguntas:
-¿No hubiese cabido en este cartel el matador portuense Alejandro Morilla?
-¿Podría haber estado en el cartel el novillero Daniel Crespo? (el empresario no puede decir que los toreros no hubiesen admitido una corrida mixta ya que el viernes en Villanueva de Córdoba compartieron cartel Padilla y Rivera con el novillero Carlos Jordán, y hoy domingo en Vinarós torean Padilla y “Fandi” con el novillero Varea).