El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció que endurecerá las medidas de prevención y castigo contra la violencia que en los últimos días se ha registrado en Jerusalén, y que ha causado un muerto y varios heridos.
"Usaremos todos los medios para luchar contra aquellos que lanzan piedras, explosivos y cohetes para atacar a civiles y policías. En la víspera de las vacaciones se probó que el lanzamiento de piedras puede matar", manifestó Netanyahu durante la reunión de emergencia celebrada anoche para tratar la situación de seguridad de la ciudad, según una nota difundida por su Oficina.
En el encuentro participaron los titulares de Defensa, Seguridad Pública, Justicia y Transporte, así como funcionarios de la Oficina del Asesor Jurídico del Estado y la Fiscalía General, además del alcalde de Jerusalén y destacados funcionarios del estamento de Defensa.
La reunión se convocó el pasado lunes tras el accidente mortal que sufrió el domingo un vehículo cuando circulaba por un barrio de Jerusalén, en el que su conductor murió poco después de perder el control en un suceso que, según la principal línea de investigación policial, se produjo como consecuencia del lanzamiento de piedras al coche.
"Estas acciones se encontrarán con respuestas punitivas y preventivas muy duras. Realizaremos cambios sistemáticos y estableceremos nuevos estándares de disuasión y prevención", notificó Netanyahu.
Las nuevas medidas a implementar de manera gradual pasan por revisar las órdenes de disparo, las penas mínimas para este tipo de delitos y la imposición de grandes multas a los menores que arrojen piedras, así como a sus progenitores.
También durante la jornada previa, la policía israelí anunció el incremento de sus efectivos en 8.000 de manera indefinida.
Netanyahu mostró su compromiso con el mantenimiento del statu quo de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, escenario durante los últimos tres días de duros enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad israelíes y jóvenes musulmanes palestinos que han ganado la atención de la comunidad internacional por el valor que tiene el santo lugar.
"No se permitirá a los alborotadores que eviten las visitas de los judíos al Monte del Templo", sostuvo el líder sobre las visitas de fieles judíos a la zona, incrementadas durante los últimos días en coincidencia con la celebración del año nuevo judío, y que los palestinos perciben como una provocación.
La Explanada alberga la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al Aqsa, tercer sitio en la jerarquía musulmana, que lo conoce como Noble Santuario, y primero para el judaísmo, desde donde se denomina Monte del Templo por ser el emplazamiento de los antiguos templos de Jerusalén.
A este respecto, el ministro de Seguridad Pública israelí, Guilad Erdan, anunció hoy que el statu quo del sitio ha sido congelado, bajo conocimiento de Jordania, custodio de los lugares sagrados de Jerusalén Este (donde se emplaza la Explanada de las Mezquitas y ocupado por Israel desde 1967).
Ayer, el coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, Nickolay Mladenov, incidió en la preocupación sobre los disturbios.
Mladenov advirtió ante el Consejo de Seguridad de las respuestas violentas que pueden desencadenar en la región, al tiempo que instó a todos los líderes políticos y religiosos a asegurar que visitantes y fieles muestren moderación y respeto por el lugar.
