El Ministerio de Exteriores de Turquía ha solicitado a sus ciudadanos que no viajen a Rusia a menos que sea estrictamente necesario, después de la tensión diplomática entre ambos países tras el derribo esta semana de un bombardero ruso por parte de un caza turco.
En una alerta a los viajeros el ministerio turco les advierte de posibles "problemas" y les solicita que retrasen sus desplazamientos hasta que la situación "se aclare".
El pasado jueves Exteriores convocó al embajador de Rusia en Ankara, Andréi Karlov, para protestar contra las agresiones sufridas tanto por la legación turca en Moscú como por empresarios turcos de visita en ese país.
"Hemos visto con tristeza como han sido víctimas de agresiones físicas tanto nuestros representantes en Rusia como las empresas turcas en ese país en los últimos días", indicó entonces una nota de Exteriores.
Moscú ha anunciado que suspenderá a partir del 1 de enero de 2016 el régimen de exención de visados con Turquía y ha recomendado a sus turistas que no viajen al país mediterráneo, y a los que ya estén allí, que vuelvan lo antes posible.
El Gobierno ruso tiene previsto informar hoy de medidas de represalia contra Turquía en una serie de ámbitos económicos.