Al menos 1.502 personas han muerto, entre ellas 485 civiles, desde el inicio de los bombardeos de la aviación de Rusia, hace hoy dos meses, en el territorio sirio, según el recuento que elabora el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Entre los civiles, hay al menos 117 menores de edad y 74 mujeres, que han perdido la vida por los ataques aéreos rusos en distintas provincias sirias.
Dentro de las filas del grupo terrorista Estado Islámico (EI), ha habido al menos 419 bajas por esos bombardeos; mientras que al menos 598 combatientes de facciones rebeldes islámicas y del Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, han perecido por estos ataques.
Rusia, aliada del régimen de Bachar al Asad, comenzó el 30 de septiembre pasado una campaña de bombardeos en Siria, en la que es su primera intervención militar directa en el conflicto en este país desde su inicio en marzo de 2011.
Actualmente, el territorio sirio es bombardeo por la aviación del régimen, la coalición internacional contra el EI y la fuerza aérea rusa y los activistas suelen distinguir unos aviones de otros por el ruido de los aparatos.
Además, tanto el mando militar estadounidense como Rusia, Francia y el Gobierno de Damasco suelen informar periódicamente de los puntos donde han bombardeado.
Rusia emplea aparatos de tipo Sukhoi; mientras que los del régimen son Mig, de fabricación rusa, y los de la coalición de tipo Falcon
Las autoridades rusas aseguran que su fuerza aérea ha tenido como blanco posiciones del EI y de otras organizaciones terroristas.
Sin embargo, activistas y opositores afirman que los aviones rusos también han atacado zonas residenciales y bases de grupos insurgentes, como el moderado Ejército Libre Sirio (ELS).
