El Ayuntamiento de Tarifa con el respaldo unánime del pleno, solicitará al Ministerio de Defensa el traslado de la Estación de Vigilancia del Estrecho a alguna de las baterías de costa en desuso dentro del término municipal. Es lo que recoge la letra del acuerdo adoptado ayer por todos los grupos políticos en la sesión ordinaria del pleno municipal.
La petición presentada como moción conjunta del equipo de gobierno, recoge la solicitud planteada desde hace años por la Asociación Ciudadana “Tarifa contra el Radar”. El pasado enero el colectivo volvía a buscar el amparo del nuevo gobierno para trasladar la petición al Ministerio de Defensa. La idea es que la instalación para la vigilancia y control del Estrecho se aleje del núcleo habitado.
En la moción aprobada ayer el gobierno local reconoce los pasos dados por Defensa para la reversión a la ciudadanía de espacios carentes ya del interés geoestratégico que definió la implantación en el término municipal de diferentes instalaciones militares. “La modificación de las circunstancias geoestratégicas que en su día motivaron tal despliegue se ha visto acompañada, en las últimas décadas, por importantes cambios en el mismo, y en particular por la retirada de numerosas unidades y el cese del uso de diversas instalaciones”. Con todo, el Ministerio de Defensa –continúa la moción- “mantiene la titularidad de muchas de esas instalaciones algunas de las cuales ya albergan utilidades alternativas, si bien varias de ellas – particularmente las algunas baterías de costa – aún permanecen en la actualidad abandonadas”.
En esta línea, el gobierno local apunta a la situación particular del antiguo cuartel de Infantería de Marina situado en la zona periurbana del Retiro. Una instalación abierta en parte al uso municipal como zona de estacionamiento de vehículos gracias al acuerdo alcanzado en su día con el Ministerio de Defensa. Sin embargo, el traslado todavía no ha afectado a la Estación de Vigilancia del Estrecho que continúa establecida dentro de las mismas instalaciones.
El pleno del Ayuntamiento, a petición del gobierno local acordó ayer reclamar el traslado pendiente y responder así a la inquietud manifestada desde hace años por el colectivo vecinal contrario a la cercanía del radar. “La proximidad de la Estación a la propia ciudad genera en primer lugar una cierta inquietud entre la propia ciudadanía, que no dispone de información ni de control respecto de los usos, materiales y actividades asociados a dichas instalaciones. Y en grado no menos importante, limita el aprovechamiento de los terrenos por parte de esa misma ciudadanía, en un lugar especialmente sensible y muy próximo al casco urbano”.