'Nuestro futuro está en el aire' es el título de un cuadro del genio Pablo Picasso del año 1912, donde el genio invitaba a los jóvenes a alistarse a la Aviación, aunque también encierra un mensaje de amor a Fernande. Esta enigmática pintura picassiana ha servido de guía para el artista José Medina Galeote, quien desde primeras horas de la mañana de este martes y hasta esta noche inunda de creación las inmensas paredes del Centro Pompidou Málaga, la filial francesa instalada en el puerto de Málaga desde hace un año.
Este homenaje al maestro de la plaza de la Merced es una secuencia de elementos camuflados, de formas orgánicas que esperan impacientes a que el espectador complete con su crítica mirada.
Sus dos aliados son unos rotuladores de pintura acrílica: “Los pinceles del siglo XXI; si Leonardo resucitara también los usaría”, en palabras del artista. Ellos son su arma creativa para dar rienda suelta a sus inquietudes estéticas en un gran mural en el interior del Cubo.
Dos colores, azul y rojo, se enfrentan y se despliegan a lo largo de la interminable escalera del equipamiento cultural con esta iniciativa plástica entre el Centro Pompidou y el MaF 2016, antesala del Festival de Málaga de Cine Español, que tendrá lugar del 22 de abril al 1 de mayo.
Por primera vez un artista español interviene en las paredes del Centro Pompidou Málaga. “Toda una responsabilidad y un orgullo”, según ha dicho José Medina Galeote, sobre esta grandiosa acción artística en la escalera interior de la filial francesa.
En casa se quedaron cientos de dibujos preparatorios y de bocetos; Medina Galeote lo tenía todo “muy pensado”, almacenado en su cabeza, y sus rotuladores se movían con soltura ante tanta inmensidad. “Me iba a traer unos bocetos, pero pensé que me iban a quitar frescura y tiempo; espero que genere un gran impacto visual y que sea una especie de pasaje con muchos estímulos”, ha afirmado en un descanso mientras creaba en estos largos muros de unos 300 metros cuadrados de superficie.
José Medina Galeote se mueve en las “pequeñas historias de una historia mayúscula” a través del camuflaje, la continuidad de la línea y la pintura como huella dactilar. Son temas que le obsesionan y que presiden esta intervención en la que invita al espectador a desgranar este juego de mensajes.
