El alcalde, José Ignacio Landaluce, ha organizado una reunión para avanzar en el proceso de regularización de las viviendas de la zona de La Capelina, construidas de forma ilegal hace muchos años en terrenos propiedad de la empresa Suralagro. Junto al alcalde se encontraban presentes el delegado municipal de Urbanismo, el teniente de alcalde Diego González de la Torre, y de Participación Ciudadana, Victoria Zarzuela, así como vecinos de La Capelina, acompañados de sus técnicos; el gerente de Suralagro, Mario Valadez; y técnicos de la Gerencia de Urbanismo.
Landaluce recordó que se trata de un problema que se lleva arrastrando desde hace más de 20 años, en los que se han producido hasta cinco intentos de buscar soluciones sin ningún resultado, y manifestó que este equipo de gobierno está absolutamente decidido a arreglar este problema que afecta a más de 150 familias, de forma definitiva y dentro de los más estrictos cauces legales.
El alcalde reconoció las dificultades del proceso, que conlleva una fase de planeamiento y otra de gestión, y en las que hay que conjugar los intereses de la propiedad del terreno, de los vecinos y del municipio. “Sabemos que casar todo es complicado, que iremos encontrando muchos escollos, pero es cuestión de ponerse a trabajar para llegar a buen fin”, manifestó Landaluce, que señaló que, de hecho, ya se ha logrado avanzar más que nunca se había hecho y que se seguirá haciendo. “Hemos dado un primer paso con la construcción de un camino de zahorra que comunica a los vecinos con Pajarete, evitando los peligros de tener que andar por la autovía, tal y como tenían que hacer. Ahora nos esperan muchos pasos posteriores que iremos dando sin prisa pero sin pausa”, indicó.
En esta reunión, en lo que es un segundo paso, se ha presentado un preavance de estudio de detalle y de proyecto de reparcelación que ha acometido la empresa Suralagro y que ahora habrá que adecuar al Plan General y darle el trámite administrativo necesario.
Según se explicó, el procedimiento contempla una primera fase se planeamiento, en la que habrá que acometer y tramitar un estudio de detalle y un proyecto de urbanización; y una fase de gestión, con el plan de reparcelación y en la que se definirá el proceso de enajenación del suelo.
También se puso de manifiesto la intención de respetar al máximo la situación actual en cuanto a viviendas construidas, adaptando los viales a los espacios disponibles y obteniendo un pequeño espacio libre y otro para equipamiento.
Finalmente los vecinos pidieron sensibilidad para que el precio de las parcelas, al que se repercutirán las cargas urbanísticas, sea el más adecuado y que se busquen fórmulas de financiación, para que los pagos puedan ser asumibles y se resuelva definitivamente esta situación, sin caer de nuevo en el bloqueo.
Los asistentes quedaron emplazados a otra reunión en la que se cotejen documentos y se defina una planificación del trabajo. Al finalizar, se incorporaron a la reunión los representantes de los partidos políticos de la oposición que acudieron a la convocatoria.
