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Miércoles 27/11/2024
 
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Huelva

El significado histórico del acuerdo Podemos-Izquierda Unida

Ante todo es un acuerdo de mínimos, debemos situar este acuerdo de mínimos en un contexto histórico, quizás el que más rápido nos venga a las personas de izquie

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  • Hernando -

"Si no comprendemos el momento que vivimos, si no nos ponemos a la altura de las grandes masas, que piden a gritos el Frente Único y la Concentración Popular para vencer a la explotación que sufrimos, cometeremos el crimen más grande que se pueda cometerse contra las masas obreras y asalariadas que decimos defender"

José Díaz Ramos, Secretario General del PCE (1932-1942)

EL SIGNIFICADO HISTÓRICO DEL ACUERDO PODEMOS-IZQUIERDA UNIDA

El lunes 9 de mayo, coincidiendo con el aniversario de la victoria sobre el fascismo en 1945, se hizo público el preacuerdo entre Podemos e Izquierda Unida, un hecho que no ha pasado inadvertido para nadie, un acuerdo que con sus limitaciones y defectos, supone en lo fundamental una oportunidad histórica para las clases populares del estado español, en este pequeño artículo intentaré desde uso de las categorías y el análisis marxista, exponer porque que considero que es un paso acertado y necesario.
Lo primero es situar que ante todo es un acuerdo de mínimos, debemos situar este acuerdo de mínimos en un contexto histórico, quizás el que más rápido nos venga a las personas de izquierdas a la cabeza es el acuerdo que da lugar al frente popular el 15 de enero de 1936, un acuerdo de mínimos[1] que permitió que incluso la Unión Republicana de Diego Martínez Barrios, que se definía como liberal y centrista se incorpora al acuerdo, sin embargo, en la memoria colectiva se entiende la victoria del frente popular como un hito revolucionario ¿y esto por qué es? Esto es así porque son diferentes los términos recogidos en el plano formal en un acuerdo por un lado y su significado histórico por otro, es en esta idea la que quiero profundizar en el presente artículo.
¿Cuál es el contexto en el que tiene lugar este acuerdo?
Desde el estallido de la crisis capitalista de 2007, la ofensiva del IBEX 35 y la Troika contra las condiciones de vida de las clases populares ha sido la más profunda y encarnizada que se recuerda en cincuenta años, no sería una exageración afirmar que desde la rebelión militar de 1939, la clase trabajadora no ha sufrido en nuestro país un ataque de tal calado y profundidad.
Frente a esta ofensiva contra nuestra clase social, las organizaciones sindicales de clase, las mareas en defensa de los servicios públicos, los nuevos movimientos sociales como la PAH han mantenido una resistencia con desigual resultado, pero que en líneas generales solo ha servido con algunas excepciones para limitar el alcance del ataque concreto, pero no para derrotar la ofensiva en ese frente concreto, esto no constituye ningún género de ataque a la labor heroica de las activistas, de los delegados sindicales, de los y las militantes que han luchado durante estos años, pero debemos ser autocríticos con respecto a que hemos sido incapaces de derrotar al IBEX 35.
Sin embargo, la conflictividad social y laboral, no eran sino una de las expresiones más palpables de lo que ha venido a llamarse "crisis de régimen" que no es sino la constatación del agotamiento del modelo institucional, cultural y económico surgido de la transición, caracterizado en su expresión política por el bipartidismo monárquico (PSOE y PP). Este agotamiento era conocido por el bloque dominante de este país, el cual consciente de la imposibilidad de mantener su dominio como hasta que ahora lo habían hecho, pusieron en marcha una serie de cambios y modificaciones que preservando lo fundamental (sus privilegios económicos y su control del aparato institucional) permitieran resintonizar a los sectores sociales cuyo desapego y hartazgo de la institucionalidad vigente hacían peligrar el régimen, en dichos cambios el relevo en la jefatura del estado, el "plan renové de la monarquía" y la generación de un referente político ( ciudadanos) que permitiera que el votante de derechas quemado por la corrupción del PP no saliera del circuito electoral y ello desestabilizara demasiado la estructura institucional del régimen.
Uno de los factores que empujaban hacia la unidad de las fuerzas a la izquierda del PSOE, era la experiencia unitaria desarrollada en multitud de luchas concretas, cuya máxima expresión se dio el 22M, bajo el lema "Pan, Techo y Trabajo" tuvo lugar la mayor movilización unitaria desde las manifestaciones contra la guerra de Irak. Sin embargo, aunque esa fue la expresión unitaria de mayor envergadura, esta unidad ya se había expresado en multitud de luchas concretas donde quizás las más habituales habían sido la lucha contra los procesos represivos contra activistas y la paralización de desahucios, allí donde supimos convertir todo este movimiento en candidaturas unitarias para las elecciones municipales del 24 de mayo, en ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza o A Coruña, hemos conseguimos acceder a los Ayuntamientos y empezar a devolverlos a la gente. Aquí, hay que destacar que en Zamora (IU) Cádiz (PODEMOS) o Pontevedra (BNG) la unidad popular se expresó en torno en la candidatura de una organización política concreta, pero, hay que leerlas también en el marco de la unidad popular como proceso.

Sin embargo, fruto de sectarismos, cálculos tacticistas, estrechez de miras y otros factores la posibilidad de una candidatura unitaria con vistas a las elecciones del 20D se vio abortada y aunque PODEMOS alcanzo unos notables resultados electorales e Izquierda Unida mantuvo un millón de votos en un contexto en que votarles era un ejercicio de pura convicción ideológica, ni juntas ni por separado se tenía la posibilidad de alterar el guión que la CEOE y los partidos del régimen había diseñado para este país, el PSOE encabezado por Pedro Sánchez demostró por enésima vez que a la hora de la verdad su señor es el IBEX 35 y no el pueblo trabajador. Sin embargo, la ausencia de unidad no solo era un elemento que atañía al campo popular, en el campo de la oligarquía española reinaba también de la desunión, no fueron capaces de ponerse de acuerdo en cómo pilotar el proceso, la crisis de régimen es tan aguda que el propio bloque dominante fue presa de sus contradicciones y nos brindaron otra oportunidad, el 26J habría nuevas elecciones, la revolución pasiva [2] de la que hablaba A. Gramsci puede ser abortada como consecuencia de esta alianza.
¿Cuál es el significado histórico de este acuerdo?
El acuerdo sin duda tiene muchos defectos, el programa de mínimos es muy de mínimos, seguramente la trayectoria de IU tendría que haber tenido un reflejo mayor en la candidatura unitaria, las candidaturas tendrían que haberse confeccionado con un mecanismo lo más participado que hubiese permitido que miles de hombres y mujeres hiciesen suyo el proceso, ampliándolo y fortaleciéndolo y que este no pueda ser retratarlo como un pacto de despacho, posiblemente todas estas críticas son ciertas y correctas, pero eso no abarca lo fundamental, el significado histórico de dicho acuerdo.
En primer lugar, un amplio acuerdo entre las fuerzas antagónicas al régimen permite romper el guión de la oligarquía, que abordaba con tranquilidad un escenario en la división del campo popular le permitía reparar las brechas en su propio bloque sin sobresaltos, el acuerdo viene a permitir disputarle el gobierno de la nación a los partidos del régimen, abriendo con ello la posibilidad de un proceso de transformación social en nuestro país.

La izquierda social ha recibido con alegría el anuncio del principio de acuerdo entre PODEMOS e IU, muchos militantes desanimados tras lo que se entendían como la enésima derrota afrontaban con pesimismo la repetición de elecciones, este acuerdo insufla ánimos a una militancia, a unas activistas que ven como el horizonte de cambio en este país no se había alejado por completo. El acuerdo utilizando una terminología militar permita reorganizar un ejército desorganizado y desmoralizado, permitiendo dar la batalla cuando el enemigo pensaba que estaba persiguiendo a los restos en desbandada de ese ejército.

La reacción del poder económico y mediático ante este acuerdo no se ha hecho esperar, mostrando su rechazo más absoluto, sacando a pasear el espantajo del anticomunismo, intentando despertar el miedo que el régimen franquista inculcó acerca del Partido Comunista. La hostilidad unánime del enemigo de clase, viene a situar que este acuerdo pone en jaque sus intereses, unos intereses que creían asegurados, la burguesía nunca ha olvidado la revolución de octubre de 1917, su recuerdo aún les produce terror, la posibilidad de que "los parias de la tierra" tomen para si el gobierno de la nación les hiela la sangre, por eso la CEOE [3] pide un muro contra el "frente popular", el cancerbero que debía controlar a la izquierda, el PSOE, ya no es capaz de cumplir su papel, al ser relegado a un papel auxiliar y no ser ya hegemónico en la izquierda, este cambia por completo y para siempre el campo político de nuestro país.
Quizás sea pronto para decirlo, pero, este acuerdo si somos capaces de mantener el rumbo firme y huir de los cantos de sirenas, puede ser el principio de un cambio profundo en este país, sin duda el proceso será difícil, lleno de interrogantes, contradicciones, al acecho de oportunistas y arribistas, algunos de los aliados, es posible que llegado el momento querrán confraternizar con el enemigo. Todos estos peligros y más, existen y son reales, pero si nos mantenemos firmes, si tenemos siempre presente el objetivo final, es posible transformar este país, pero, para ello hay que ganar, como decía un cartel propagandístico del PCE durante la guerra civil "¡Basta de ensayos y proyectos, lo primero ganar la guerra!" [4]
NOTAS:

[1]Algunos extractos del programa del Frente Popular:

"Los partidos republicanos de Izquierda Republicana, Unión Republicana y el Partido Socialista, en representación del mismo y de la Unión General de Trabajadores, Federación Nacional de Juventudes Socialistas, Partido Comunista, Partido Sindicalista y Partido Obrero de Unificación Marxista, sin perjuicio de dejar a salvo los postulados de sus doctrinas, han llegado a comprometer un plan político común que sirva de fundamento y cartel a la coalición de sus respectivas fuerzas en la inmediata contienda electoral y de norma de gobierno, que habrán de desarrollar los partidos republicanos de izquierda, con el apoyo de las fuerzas obreras, en el caso de victoria. (...)
IV. Los republicanos no aceptan el principio de la nacionalización de la tierra y su entrega a los campesinos (...)
V. Los republicanos no aceptan el subsidio de paro solicitado por la representación obrera. (...)
VI. No aceptan los partidos republicanos las medidas de nacionalización de la Banca propuestas por los partidos obreros; reconocen, sin embargo, que nuestro sistema bancario requiere ciertos perfeccionamientos (...)
VII. La República que conciben los partidos republicanos no es una República dirigida por motivos sociales o económicos de clases, sino un régimen de libertad democrática impulsado por motivos de interés público y progreso social. (...)"

Puedes leer el programa del frente popular entero en:http://www.eroj.org/biblio/ibarruri/programa.htm 

[2] Para profundizar en el pensamiento de Antonio Gramsci antología. Selección, recomiendo la Antología de textos suyos editada por Akal en 2013 y comentada por Manuel sacristán

[3]http://www.economiadigital.es/es/notices/2016/05/los-empresarios-reclaman-un-muro-frente-a-podemos-e-iu-83738.php


[4] Para analizar el papel del PCE en la guerra civil consultar: guerra y revolución (1936-39), Moscú, editorial progreso y Guerra o revolución: El Partido Comunista de España en la guerra civil de Fernández Sánchez, Critica, 2010.

Autor: Daniel Hernando, Secretario Provincial del PCA en Huelva

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