Esquerra Republicana (ERC) es partidaria de derruir el Valle de los Caídos pero, si ello no es posible, al menos exige que se transforme en un auténtico centro de Memoria Histórica, empezando por exhumar los restos mortales del dictador Francisco Franco y del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera.
"Si fuera por Esquerra Republicana, esta especie de mausoleo en honor al fascismo llamado Valle de los Caídos -por cierto, pagado y mantenido por todos- sería derruido", señala el portavoz adjunto de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián.
Asumiendo que no se va a producir esa demolición que desean, ERC ha registrado una proposición no de ley en el Congreso para que, al menos, se cumplan las recomendaciones del comité de expertos a los que se pidió opinión al final del mandato del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
En concreto, reclaman que se haga de ese mausoleo un monumento en honor real a las víctimas, "con el objetivo de resignificar el conjunto y despojándole de cualquier connotación ideológica o política".
A su juicio, eso implica empezar por la exhumación de los restos de José Antonio Primo de Rivera para incluirlos en un columbario con el resto de víctimas, salvo que la familia decida otro destino, y por exhumar los restos de Francisco Franco y sacarlos del Valle de los Caídos.
"Hay que sacar de ahí los restos no de una víctima, sino del verdugo, y que, como corresponde a cualquier actitud verdaderamente democrática y decente, se dé la oportunidad a cualquier persona de recuperar los restos de sus familiares", añaden.
NI UN EURO PARA SU MANTENIMIENTO
Esquerra también reclama que no se destine ninguna subvención o recurso público al Valle de los Caídos ni a ninguna organización que esté vinculada mientras no sea para colaborar en el cumplimiento de las recomendaciones de la comisión de expertos.
En el texto de la proposición se añade que el monumento del Valle de los Caídos se erigió "con el sudor y sangre de miles de presos, que padecieron trabajos forzados en calidad de esclavos por tener ideologías o tendencias sexuales que el régimen franquista consideraba condenables".
"Es insultante que, décadas después de la desaparición del régimen franquista y de la instauración de la democracia, el monumento se continúe erigiendo como un magnífico mausoleo para el genocida dictador Francisco Franco, cuya tumba está continuamente custodiada con el dinero de nuestros bolsillos, y donde los seguidores del fascismo siguen conmemorando hoy día el aniversario de su muerte y ensalzando su obra como Caudillo", aseguran.
