Una pareja ha denunciado que la Junta de Andalucía les ha retirado a dos hijos por "inercia" y sin tener en cuenta los cambios en sus circunstancias vitales, que habían provocado, varios años antes, la retirada de otros tres menores cuando ambos convivían con otras parejas.
José Luis F.S. y Sheila F. J., que llevan doce años juntos, han explicado a Efe que el último hijo se lo retiraron hace un mes y medio, cuando tenía solo un año, y después de que los dos aseguraran que ya no consumían alcohol ni drogas.
El abogado de la pareja, José Antonio Bosch, por su parte, ha recurrido la retirada del último hijo y ha afirmado que el último informe del centro de drogodependencias al que acude el padre ha confirmado que está siendo tratado con metadona y acude a todas las citas.
"El procedimiento de la Junta para retirar los hijos es diabólico: lo hacen de forma que parece que siempre tienen la razón", se queja el abogado antes de concluir que la actuación de la Administración adquiere tintes "inquisitoriales".
La Junta, añade el abogado, actúa con "menos sensibilidad que un granjero porcino", que deja a las crías con sus madres más tiempo que a la mujer a la que han quitado su último hijo.
Antes de ser pareja, a la mujer le quitaron dos hijas por sus problemas con el alcohol, y ambas viven con una tía abuela suya, y después entregó voluntariamente a la Administración a otra niña porque consideraba que no podía hacerse cargo de ella.
Al hombre, por su parte, le retiraron hace 22 años un hijo porque era drogadicto.
Cuando ambos empezaron a vivir juntos tuvieron un hijo, que la Junta les retiró cuando tenía 4 años y lo entregó a una familia, a la que, a su vez, le han quitado al menor por maltrato, tras lo cual ha tenido que ser acogido de nuevo de urgencia, según la resolución de la Junta, a la que ha tenido acceso Efe.
Después de este hijo, la pareja volvió a tener otro "fruto del amor" y porque consideraban que, una vez superadas sus dependencias, querían ejercer como padres.
Sin embargo, la Junta le ha retirado a este nuevo niño cuando solo tenía un año porque, según lamentan ambos, desde la Administración "no entienden que las personas evolucionan" y además "usan nuestro pasado para perjudicarnos".
"He hecho cosas mal, pero sé que lo puedo hacer bien", argumenta el padre, que tiene un trabajo fijo en un organismo público, mientras que su pareja califica de "inhumano" lo que les están haciendo.
La Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, por su parte, argumenta, para retirar al último hijo, que la pareja "tiene una historia de consumo continuada y de larga duración", que "su dinámica sigue siendo cíclica" y han ejercido la mendicidad a pesar del trabajo fijo del padre y de la prestación por discapacidad que recibe.
La Junta también añade que existe "maltrato" psicológico y emocional y con la exposición del menor a situaciones de violencia, lo que provoca reiteradas llamadas vecinales alertando de la "alta conflictividad" entre ambos.
Además, en la resolución de la Junta para declarar el desamparo provisional del niño y entregarlo a una familia de acogida, se asegura que la pareja tuvo a este hijo como forma de "solucionar" sus problemas.
Añade que la madre, la principal cuidadora del menor, tiene un trastorno mental, ingresó recientemente y de forma voluntaria en un hospital público por sus problemas mentales y no sigue el tratamiento médico para solucionarlo, lo que ella niega.
La Junta concluye que les retiró el niño de forma "urgente" porque aseguraba que, en caso contrario, "las repercusiones a nivel físico, emocional, psicológicas y educativas se irían agravando con el paso del tiempo".