El Málaga volvió a demostrar buenas sensaciones en el triunfo liguero ante el Celta en La Rosaleda por 3-0 y lo supera en la tabla situándose undécimo con 45 puntos.
El primer equipo en avisar sobre el césped de La Rosaleda fue el Málaga, y cómo no, el mensaje llegó desde las botas de Sandro. El delantero canario, en el 11, estuvo a punto de anotar tras recortar en el área, pero el portero visitante, Sergio Álvarez, hizo un paradón, alardeando de reflejos.
Los dos equipos se medían con tiento y, diez minutos después, otra ocasión de Sandro, esta vez de espuela, volvió a encontrarse con el guardameta del Celta, quien mantenía a su equipo en tablas.
Por delante
La sed de gol de Sandro se intuía en cada uno de sus movimientos. Lo intentaba desde fuera del área con un lanzamiento raso que se fue por el lateral de la red. Pero fue Ontiveros, en el 25, quien realizó el primer gol del equipo blanquiazul en un disparo con la zurda, y tras recibir el canterano en el borde del área, envió la pelota dentro de la portería, rozando el poste.
El Celta tuvo una tímida reacción tras el tanto malaguista aunque el conjunto de Míchel controlaba el ritmo. Todavía volvió a ser clave Sergio Álvarez, en el 40, tras un error de Lemos, que dio un pase atrás a Sandro. El malaguista volvió a encontrarse con el guardameta vigués. Jozabed aparecía y su equipo lo notaba. El sevillano lo intentaba, como lo hacía Ontiveros, desbordando y disfrutando, se reflejaba la confianza en cada acción en la que participaba.
Incluso hubo otro disparo de Sandro antes del descanso que desvió la defensa; por lo que el equipo de Martiricos se fue al descanso por delante y con confianza.
Segunda mitad
En la reanudación el Celta apretó las líneas y, en el 52, en un lanzamiento de falta, Marcelo Díaz envió el esférico al palo. Y tras el posible empate, se llegó al 2-0 de penalti, materializado por Recio.
Un pase de Ontiveros entre líneas para Sandro, provocó que el delantero fuera derribado por Cabral. Con el marcador en contra el conjunto de Eduardo Berizzo subió la presión, necesitaban robar y llegar a la portería de Kameni.
Cuando el encuentro parecía más tranquilo se formó una trifulca que se saldó con amarilla para Recio y Guidetti, y expulsión del técnico visitante. Entró Keko por Ontiveros, que se llevó una gran ovación, y provocó algunas ocasiones de peligro para los locales. Y llegó su turno, lo buscó y lo anotó. Gol y colofón de Sandro, 3-0.
