Y de nuevo se cumplió. El Gran Puerto de Santa María se presentó a las plantas de la Patrona de Almonte.
El sábado se vivió una jornada calurosa pero de mucha emoción, camino a la presentación en la Ermita: caballos, piteros, romeros y peregrinos acompañaban a la carrera del Simpecado, adornada con los colores de nuestra ciudad; al filo de las 5 se rezó la Salve junto con la Matriz de Almonte; Sevillanas, poemas y vivas sonaron en el camino de vuelta de El Puerto a su Casa de Hermandad; la noche se hizo y era el momento de comenzar la convivencia de amigos en las diferentes casas. Ya a primeras horas de este domingo, el Simpecado partió a la Misa de Romeros junto a las 119 Hermandades filiales.
