Paralelamente al caso de Pablo Raez en Málaga, conocíamos hace algunos meses la historia del linense Javier Ramírez, diagnosticado con leucemia hace más de un año y que comenzó poco a poco a recuperar las fuerzas tras recibir un trasplante de médula de su hermana. Ayer fue un día muy importante para él, pues pudo retomar oficialmente una de sus grandes pasiones, la natación, volviendo a competir en la III Travesía Brazadas Solidarias organizada por la fundación Vicente Ferrer y tras ocho meses de duros entrenamientos.
El docente y psicoterapeuta está decidido a seguir el legado del malagueño Pablo Raez en la concienciación de la sociedad con respecto a la donación de médula. Son continuas sus publicaciones y participaciones en actos en este sentido a través de las redes sociales.