El tiempo en: Valencia
Miércoles 18/12/2024
 

Cádiz

Cuando la “igualdad” provoca la ira

Denuncian “ataques por parte de integrantes de la manifestación” del sábado con el lema ‘Justicia para Juana Rivas’

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Andaluc�a Informaci�nPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Cargando el reproductor....

“Respeto, tolerancia, igualdad”. Eso es lo que pedían el pasado sábado los representantes del Movimiento Femenino por la Igualdad Real junto a Cadie, bajo el lema Igualdad, durante su reunión en el Palillero que coincidía con la manifestación convocada por colectivos feministas de la provincia de Cádiz pidiendo  ‘Justicia para Juana Rivas’.

La intención del colectivo era “aprovechar la visibilidad pública del evento convocado para reivindicar la igualdad entre el hombre y la mujer”, tal y como rezaba en la pancarta que desplegó el colectivo, según explica su portavoz en Cádiz, Antonia Alba.
Cuentan que en los tiempos que corren el concepto de “igualdad” está dejando de tener ese significado real que lleva impreso, mientras que “prevalecen otras corrientes más radicales”.

El colectivo afirma que durante el último mes con el caso de Juana Rivas “nos hemos enfrentado en Granada, por ejemplo, mientras nos concentrábamos en las puertas de los juzgados, gente de distintas edades y diferente género, a agresiones que acabaron en el hospital por reivindicar la igualdad entre el hombre y la mujer”. El 1 de septiembre, relata Antonia Alba, se convocaron concentraciones en Sevilla, Granada, Barcelona, Valencia y Cádiz (en las puertas de la Audiencia) y ningún medio de comunicación cubrió el acto”. “Esto no interesaba a nadie, el lema que llevábamos era Amor de Papá”.

“De ahí que fuéramos a Palillero para pedir igualdad entre todos, momento en el que nos vimos  sorprendidos por la reacción violenta de algunos de los integrantes de la manifestación, que incluso tiraron al suelo a dos de las mujeres que portaban nuestra pancarta y a un señor de 64 años”. Desde el colectivo no entienden que “se esté lanzando una llamada de atención contra la violencia de género y se arremeta contra personas que sólo estábamos pidiendo igualdad”.

Recalcan  que estaban reunidos no solo hombres, sino mujeres, con los mismos derechos que aquellas que gritaban “Ante la duda tú la viuda”, “El maltratador al triturador” o “Estamos hasta el culo de tanto tío chulo”.

Asimismo fueron increpados con gritos de” machistas, provocadores o que qué hacíamos aquí”, cuando “no estábamos haciendo daño a nadie ni nos dirigimos, como sí hicieron ellos y se puede ver en los vídeos, hacia nosotros con actitud amenazante”.

La asociación Cadie, que denuncia la “agresión por parte de algún manifestante”, asegura que “estamos en contra de la violencia del hombre contra la mujer, de la mujer contra el hombre; la violencia entre dos personas del mismo sexo o con los niños o mayores. Estamos en contra de cualquier tipo de violencia, por eso no podemos entender que nos tiraran la pancarta y que no toleren que manifestemos que un padre tiene el mismo derecho que una madre, que una mujer por haber parido no tiene más potestad que un hombre”, aclara Antonia Alba. “Ante cualquier delito, ya se sea mujer u hombre, la ley está para cumplirla. Y para hablar de cuándo una persona es buen padre o madre se deben utilizar los mismos parámetros de medida. Un padre no tiene por qué ir a un juzgado a demostrar que es buen padre para poder optar a la custodia, aunque sea compartida de sus hijos, cuando a una madre no se le exige lo mismo. Ni todos los hombres  son tan malos, ni todas las mujeres tan buenas, hay que estar a cada caso concreto”. 

Entre los datos facilitados por el colectivo se incluye que “en materia de violencia de género, el 50 por ciento de las denuncias son falsas”, a la vez que asegura Antonia Alba que “las estadísticas de las que hablan deberían hacerse en los propios juzgados y Fiscalía debería tener carta blanca para perseguir estos delitos, porque ahora es políticamente incorrecto hacerlo tal y como está el patio con todo el tema de la violencia y la mediatización que se está realizando en el caso de Juana Rivas”.

Ante lo ocurrido, el colectivo se plantea presentar un escrito ante la Subdelegación del Gobierno en Cádiz preguntando por la justificación de la manifestación del pasado sábado puesto que “se escucharon consignas que rozan la ilegalidad”, señalan. A la vez añaden que “allí lo que menos se nombró fue a Juana, solo consignas que incitaban al odio, al delito, con la connivencia de los miembros de las Fuerzas de Seguridad que allí había”, dice Alba.

Integrantes del movimiento quisieron dejar claro también que es muy complicado que los “padres se hagan oír en materia de custodia porque muchos tienen procedimientos abiertos y tienen pánico a que su presencia en manifestaciones o en medios de comunicación sea utilizada en su contra”.

El Movimiento Femenino por la Igualdad Real considera que existe “una estrategia política, donde Juana Rivas se ha convertido en cabeza de turco, en favor del pacto de Estado con las 268 medidas relacionadas con la Violencia de Género que relegan al hombre a la mínima expresión y solo con la palabra de una mujer se puede arruinar la vida de un hombre. Debe cumplir con la ley igual que el resto de las personas porque así lo dice la Constitución, que todos somos iguales ante la ley”.

Este movimiento considera que en la actualidad se favorece el “desarraigo familiar, y en problemas de pareja no sólo están perjudicados los hombres o las mujeres. Los menores son pieza fundamental que no deben de estar sometidos a los conflictos entre el padre y la madre, así como los propios abuelos de los menores”. Entre las historias que han vivido se encuentran hechos como que “no pude ir a la comunión de mis hijos porque mi mujer no quiso”, o “la separación entre dos hermanas del mismo padre que provocó en la menor de ellas una hipoglucemia emocional diagnosticada. ¿Quién defiende a mi hija que lleva 14 años sin ver a su hermana?, ¿qué culpa tiene de ser su hermana?”, se preguntaba la madre de la menor, casada en segundas nupcias con el padre de su hija.

Insisten en el concepto: todos somos iguales y todos tenemos que responder ante la justicia con los mismos parámetros.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN