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Miércoles 20/11/2024
 
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Huelva

La defensa justifica que el ADN llegó a las toallas en la lavadora

Se encontró el perfil genético del acusado del doble crimen de Almonte por el lavado de las toallas con otras prendas impregnadas de semen

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  • El acusado del doble crimen de Almonte -

El catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada José Antonio Lorente Acosta y el profesor Juan Carlos Álvarez, quienes han realizado un estudio en base a los informes de ADN del Instituto Nacional de Toxicología y de Criminalística de la Guardia Civil obrantes en la causa por el doble crimen de Almonte (Huelva), --en el que murieron un padre y su hija de ocho años en abril de 2013--, han asegurado este jueves que la transferencia del AND del acusado, F.J.M., a las tres toallas ubicadas en la vivienda de los hechos, donde se encontró su perfil genético, pudo ser secundaria por el lavado de las mismas con otras prendas donde hubiera semen del acusado, ya que éste mantenía una relación con Marianela Olmedo, la madre y mujer de los fallecidos en el momento de los hechos.

Durante su declaración en el juicio, los peritos, que realizaron el informe a instancias de la defensa, han explicado que del AND no se puede determinar ni la data ni cómo llegó a las toallas exactamente. Así, han remarcado que la transferencia secundaria se produce por un intermediario (sea un objeto o persona) y han abundado en su hipótesis de que, al mantener el acusado relaciones con Marianela Olmedo, el semen de éste llegó a las toallas al lavarse con otras prendas.

De este modo, preguntados por cómo puede darse este punto al descartarse restos de sangre, semen o saliva en las toallas, han indicado que durante el lavado se rompen las células propias del semen, quedando otras que sí dan perfil genético.

Tras dejar claro que "no hay ningún método que permita establecer si se trata de una transferencia primaria o secundaria", los expertos han señalado que la permanencia del ADN es duradera y su conservación depende de los factores que lo rodeen, al tiempo que han aclarado que el hecho de que haya mucha cantidad de ADN no implica que la transferencia sea directa.

Asimismo, ambos peritos han explicado que un lavado con lejía, como dijo Marianela Olmedo que había lavado las toallas unos 20 días antes de dejar el hogar, no es motivo para la degradación del ADN, por lo que ven posible que el perfil genético de F.J.M siguiera en las toallas pese al lavado. Este punto se contrapone con lo que aseguraron los peritos del Instituto Nacional de Toxicología, quienes destacaron que la lejía y el lavado degradan el ADN.

Por su parte, estos dos expertos han sostenido que la lavadora es un "mecanismo de transferencia", a la par que han recordado que las tres toallas se encuentran en dos cuartos de baño diferentes y les ha resultado llamativo la "homogeneidad" en la localización del ADN en las tres prendas. Para estos peritos, esto evidencia que la transferencia tuvo lugar en el lavado por impregmación.

Han calificado de "ilógico" que el agresor se secara las manos en toallas de cuartos de baño diferentes, añadiendo que lo normal hubiese sido que en las mismas se hallaran pelos como consecuencia de la frotación del secado. Por ello, han puesto en duda que el contacto con las toallas sea directo.

Después de suscribir los informes de Toxicología donde se asegura que la presencia de ADN es "repetitiva y reproducible" y por tanto, "no es casual", ambos peritos han sostenido su hipótesis de la transferencia secundaria, incidiendo en la importante cantidad de presencia genética que hay en el semen.

Concretamente, sostienen la tesis de que Marianela Olmedo, después de haber mantenido relaciones sexuales con el acusado, se habría lavado con una toalla o habría introducido prendas que vestía en ese momento en la lavadora con las tres toallas en cuestión y por tanto, se habría producido dicha transferencia. No obstante, en el juicio, Olmedo aseguró que lavó las toallas aparte y no con otras prendas, así como que se secó su cuerpo tras ducharse con su albornoz.

Asimismo, han indicado que la posibilidad de que el agresor se secara las manos con las toallas, --de ahí la ausencia de pelos--, tampoco explicaría, a su juicio, la presencia "homogénea" del ADN en las mismas. "La cantidad está repartida homogéneamente", han incidido.

De otro lado, para ilustrar la idea planteada de la persistencia del ADN al lavado, los peritos han hecho alusión al caso judicial de Dominique Strauss-Kahn, el que era presidente del Fondo Monetario Internacional y fue acusado por una camarera de piso de un hotel de haber intentado violarla.

Los peritos han recordado que, en el caso, al analizar la habitación incluso se llevaron a encontrar muestras de semen de otras personas que habían pasado antes por esa suite. Este ejemplo lo han utilizado para ilustrar la cantidad de celulas que hay en el semen y persistencia del mismo.

Por su parte, tanto las acusaciones particulares como el Ministerio Fiscal han cuestionado este informe y la propia Magistrada Presidente del Tribunal, Carmen Orland, les ha preguntado si la presencia del AND podría ser de secarse el sudor, los peritos han respondido que podría ser y de ahí "la cantidad masiva" encontrada, añadiendo que el estrés puede tener incidencia en la concentración de ADN, contribuyendo a que haya más material genético.

OTRO INFORME

De otro lado, la sesión de este jueves ha culminado con la declaración de Aitor Manuel Curiel López de Arcaute, decano de la Facultad de Criminología y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valladolid, quien ha elaborado, a instancias de la defensa, un informe para evaluar el realizado previamente por el perito judicial Juan José Hellín, quien hizo lo propio a petición de la acusación particular de la familia del fallecido.

En su declaración, Curiel ha mostrado su desacuerdo con la metodología del informe de Hellín, que no considera científica, al tiempo que ha rechazado que pueda afirmar puntos como que la puerta se abrió con una llave original o que el agresor llevara unas zapatillas más grandes que el número que calzaba habitualmente, así como ha indicado que tampoco se puede realizar una reconstrucción de los hechos como la elaborada por este perito. "No se puede hacer una reconstrucción en base a fotografías", ha agregado. Ha desacreditado su informe, el cual, a su parecer, está elaborado de "manera sesgada; científicamente hablando es insostenible y saca conclusiones no contrastadas".

Curiel, que ha puesto de relieve su experiencia y formación, ha señalado que Hellín ha realizado un informe "con un sesgo desde el principio y con el afán de demostrar algo concreto".

Este experto ha ensalzado los informes de la Guardia Civil, pero ha dejado claro que no comparte los aspectos de Hellín porque, por ejemplo, "con la huella de una pisada lo único que podemos decir es que es compatible con un calzado y modelo", pero "científicamente no se puede asegurar que el agresor llevaba una zapatilla de dos números más".

De "altamente inverosímil" ha considerado la tesis de que el agresor se secara con tres toallas de dos cuartos de baño diferentes, al tiempo que tampoco ve probable que diera al interruptor de la luz de uno de los baños con la mano y ha criticado que asegurara que los guantes eran del tipo del supermercado donde trabajaba el acusado cuando "no ha demostrado nada en ese sentido".

Por último, ha indicado que comparte con los investigadores de la Guardia Civil que el crimen pudo tener un origen pasional y descarta que el agresor sea un asesino en serie porque "no deja marcas" en el escenario del crimen. No obstante, la presidenta del tribunal le ha preguntado por el aspa que aparece en la espalda del fallecido y ha apuntado que "no se puede descartar nada", pero que todo apunta a que no es un asesino en serie.

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