El presidente de EEUU, Donald Trump, instó hoy a Corea del Norte a no subestimar a su país y abogó por su política de buscar "la paz a través de la fuerza" en un discurso pronunciado en Seúl en el que cargó con dureza contra Pyongyang.
"Hablo en nombre no solo de nuestros países, sino de todas las naciones civilizadas cuando le digo al Norte: no nos subestiméis y no nos pongáis a prueba", afirmó Trump durante la alocución que ha ofrecido ante la Asamblea Nacional (Parlamento) en Seúl en el marco de su gira por Asia.
En un discurso especialmente duro, en el que cargó contra las condiciones de vida de los norcoreanos o la tiranía del régimen de Kim Jong-un, Trump volvió a defender el gran despliegue militar de su país en la región y aseveró que quiere "la paz a través de la fuerza".
"EEUU nunca ha buscado el conflicto o la confrontación, pero no huiremos de ello", aseguró, tras enumerar los activos estratégicos del Pentágono en torno a la península coreana -entre ellos un submarino y tres portaaviones de propulsión nuclear- en respuesta a las insistentes pruebas de armas de Pyongyang.
Estos ensayos nucleares y de misiles, unidos a la dura retórica de Trump -que no ha dejado de exhibir durante su actual gira por Asia- han incrementado en el último año la tensión regional a niveles inéditos desde la Guerra de Corea (1950-1953).
El presidente estadounidense denunció hoy que Pyongyang ha desarrollado su programa nuclear "desafiando toda garantía, acuerdo y compromiso que ha hecho con los Estados Unidos y sus aliados" y le advirtió duramente contra la realización de más ensayos con armas de destrucción masiva.
"La historia está llena de regímenes malogrados que tontamente han puesto a prueba la determinación de América", clamó.
Trump quiso insistir en este mensaje de fuerza desde el arranque de la jornada, pero las condiciones meteorológicas le impidieron realizar una visita sorpresa a la militarizada frontera con Corea del Norte, a la que inicialmente el presidente de EEUU había descartado acudir.
Allí iba a reunirse con su homólogo surcoreano, Moon Jae-in, en la que habría supuesto la primera ocasión en la que los presidentes de EEUU y Corea del Sur visitaban juntos la zona desmilitarizada (DMZ).
Es el tipo de imagen de solidez inquebrantable que quisieron escenificar ambos en la víspera cuando visitaron una base estadounidense al sur de Seúl o la que mostró Trump con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, cuando estuvo en el archipiélago en la primera parada de su periplo asiático.
En su intervención de hoy, el presidente de EEUU también tuvo hueco para lanzar un mensaje directo a Rusia y China, a los que pidió "implementar completamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", reducir sus vínculos diplomáticos con el régimen y cortar "todos los lazos de suministro comercial y tecnológico".
"Es nuestra responsabilidad y nuestro deber afrontar este peligro juntos porque, cuanto más esperemos, el peligro se hace más grande, y las opciones se reducen", añadió.
Trump puso hoy rumbo precisamente a China, la siguiente parada de su gira, en la que tiene previsto reunirse con su homólogo, Xi Jinping.
Además de centrarse en el tema de las relaciones económicas bilaterales, se espera que el presidente estadounidense pida a China, el aliado más cercano del régimen de Kim Jong-un, más presión para convencer a Corea del Norte de que retorne al diálogo para negociar su desnuclearización.
Trump viajará después, el 10 de noviembre, hasta Da Nang (Vietnam) para participar en la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC), donde ha dicho que espera poder reunirse con su homólogo ruso, Vladimir Putin, con quien también busca departir sobre el papel de Moscú en la crisis norcoreana.