El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, defiende que solo reeditaría un tripartito junto a ERC e ICV --ahora bajo el paraguas de los 'comuns'-- si se descarta la vía unilateral hacia la independentista y se aboga por llegar a pactos y consensos: "Si es para prolongar el proceso no estaremos".
Lo dice en el libro 'Iceta. El estratega del Partido Socialista' (Ediciones B), del periodista Raúl Montilla, escrito antes de que los 'comuns' rompieran el pacto de gobierno en Barcelona con el PSC y de que Iceta avisara el pasado viernes de que, en caso de producirse esa ruptura, será "muy difícil" llegar a acuerdos con los 'comuns' para llegar a la Generalitat.
En el libro, Iceta destaca que el PSC quiere llegar a acuerdos tras las elecciones del 21 de diciembre con aquellos partidos que quieran negociar y resolver el problema: "Si el objetivo político es encontrar un buen acuerdo que dé más autogobierno, mejor financiación y que permita que los catalanes voten ese nuevo pacto, para eso sí; para otra cosa, no".
El líder socialista repasa los dos tripartitos --el primero encabezado por Paqual Maragall entre 2003 y 2006, y el segundo por José Montilla entre 2006 y 2010--, y señala que "en Madrid, el 'papus' era ERC: La dirección del PSOE consideraba que ERC daba al gobierno una coloratura independentista, radical y de inestabilidad".
"Mucha gente consideraba que pactar con ERC era, de alguna manera, un riesgo de radicalización. Pero visto lo que ha pasado, aquello fue un gobierno moderadísimo y ordenadísimo", defiende Iceta, que subraya los grandes avances en materia social y de autogobierno que se lograron con los dos tripartitos.
También reivindica el esfuerzo de los socialistas por el nuevo Estatut --si bien él era más partidario de reformarlo para mejorarlo antes que redactar otro distinto--, y lamenta que los soberanistas quisieran apropiarse del texto tras la sentencia del Tribunal Constitucional.
Desgrana las tensiones entre los socios del tripartito durante la redacción del Estatut, y reflexiona sobre el papel de CiU: según trascendió entonces, Artur Mas pactó con el entonces presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, una rebaja de las aspiraciones nacionalistas a cambio del apoyo del PSC si CiU ganaba las siguientes elecciones.
Iceta dice que desconoce si ese pacto se produjo y si se hizo en esos términos, pero señala que, en caso de que existiera, se hizo al margen del PSC: "Ninguno de los dos que pactaron eso --Mas y Zapatero-- estaba en condiciones de garantizar su cumplimiento, porque hablaban de un tercero, el PSC, que no estaba allí".
"El PSC es el PSC y, lo dirija quien lo dirija, esté quién esté al frente, se va a encontrar en algún momento en la necesidad de defender un criterio distinto al del PSOE", señala Iceta en el libro, en el que también defiende que nunca hay que excluir a partidos de las negociaciones porque solo así se podrá llegar a mejores pactos y a mayores consensos.
Esta misma lógica la aplicó en los contactos del PSOE para investir a Pedro Sánchez como candidato en la pasada legislatura y en la presente: Iceta defiende que no se puede excluir ni a Podemos ni a los independentistas de las conversaciones, si bien entiende que en ningún caso el PSOE puede aceptar un referéndum sobre la independencia ni la unilateralidad.
Sobre Pedro Sánchez, Iceta rememora el famoso 'no es no' a la investidura de Mariano Rajoy, que llevó al PSC a romper la disciplina de voto con el PSOE, un episodio que Iceta espera que no vuelva a repetirse, aunque no puede descartarlo.
En caso de llegar a tal situación, Iceta propone que el PSC "se abstenga de participar" en una votación en el Comité Federal en la que se sepa de antemano que no se va a estar de acuerdo, como ocurrió con la investidura de Mariano Rajoy.
DESDE LOS 17 AÑOS
El libro repasa la trayectoria de Iceta y sus inicios en política con 17 años: recuerda su andadura como concejal en el Ayuntamiento de Cornellà (Barcelona) junto a José Montilla y su cambio de etapa en Madrid junto al exvicepresidente Narcís Serra --entonces tenía derecho a una litera del búnker de la Moncloa-- y, posteriormente, como diputado en el Congreso.
Rememora su regreso a Cataluña, el ascenso del PSC hasta llegar al Gobierno catalán y su regresión electoral, además de las disputas internas por el proceso soberanista: se defendió el 'derecho a decidir' hasta darse cuenta de que los independentistas lo utilizaban para "camuflar su objetivo: la independencia".
La mayoría de la carrera de Iceta se ha desarrollado entre bambalinas, como ideólogo y asesor en los grandes momentos del socialismo, si bien el foco se ha centrado en él en los últimos años tras asumir el cargo como primer secretario del PSC y por su papel clave en las relaciones de los socialistas catalanes con el PSOE.