Hombre de pocas palabras, pero de un exquisito oído y un buen gusto para la música. Aunque sus raíces son más flamencas, encajó con facilidad en el carnaval bien temprano, aprendiendo de autores de gran calidad. Ha sido en estos últimos años cuando ha dado el salto a la dirección. Miguel Sandino pasó de dirigir la chirigota de Diego Ortiz y David Bernal a enfrentarse a una nueva comparsa, con autorías de Jonatan Nieves y Javi Mora.
¿Qué cambios observas en cuanto a dirección en tus inicios y actualmente?
–No hay comparación, eran otros tiempos y la experiencia juega un papel importante. El nivel de exigencia que se requiere va mucho más allá de la capacidad musical, aunque es imprescindible tener un buen oído. Que conste que he aprendido de los mejores, pero el nivel de exigencia que se le pide a un director en la actualidad en comparsa en cuanto a montaje musical es muy superior, ha evolucionado mucho.
Según tu experiencia, ¿qué recursos son imprescindibles para mantener la unión en un grupo?
–Para mantener esa unión, algo difícil en esta dinámica de premios, es importante que todos los integrantes tengan su sitio, que todos sean partícipes de lo que ocurre en el grupo. Hay que crear una dinámica de preocupación por los compañeros: saber de ellos, conocer sus dificultades y conectar con cada uno, empatizar. A veces nos centramos en ganar, en hacer las cosas perfectas y nos olvidamos que para cantar, actuar, sentir bien en un escenario, se ha de estar bien, y eso es también tarea del director.
¿Qué te queda de aquella etapa con Fali Ramos?
–Con Fali he aprendido mucho, sobre todo en el montaje musical, en la forma de trabajar y organizar los ensayos. Estudiar las voces y saber hasta dónde puedo llegar. Fali Ramos tiene un don para ello y los años con él me han servido para crecer como director y adquirir mi propio estilo.
¿Cómo ha sido trabajar con Jonatan Nieves y Javi Mora?
–Ha sido una grata sorpresa, he descubierto a dos grandes personas que saben bien lo que hacen y lo que quieren. Tienen muy buenas cualidades en sus respectivos ámbitos y es fácil conectar con ellos. Está claro que cuando existen buenas intenciones, todo fluye, es más fácil. Da gusto trabajar con ellos.
Una crítica constructiva.
–Creo que una de las necesidades que tenemos es adaptarnos de una vez al concurso de Cádiz, algo que, según creo, todos tenemos claro. Es una manera de evitar ausencias importantes. Tenemos que dejar de competir con El Falla, es una batalla perdida, y deberíamos ser más inteligentes y sacarle partido. Por otra parte, me falta información, hay que salir a informar, aunque tengas que empapelar Huelva y provincia. La gente tiene que saber que tenemos carnaval, hay que despertar al carnavalero dormido, sacarlo del letargo.