La patronal sevillana ha destacado la colaboración prestada por los empresarios del sector de la hostelería y el comercio durante la Semana Santa ante una normativa que consideran "restrictiva" y han expresado su "malestar" ante los criterios que se han seguido, que han primado más a la venta ambulante con licencia que a los propios establecimientos y locales ubicados en las zonas aforadas o afectadas por el paso de las cofradías.
La Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) y sus organizaciones sectoriales, han colaborado activamente durante toda la Semana Santa para que se desarrollara con total normalidad el Plan de Seguridad diseñado por el Cecop y contribuir, con ello, a mejorar la imagen de la ciudad en unas fechas tan especiales para todos los sevillanos y que las cofradías pudiesen realizar su estación de penitencia en las mejores condiciones.
Desde el año pasado, el Ayuntamiento de Sevilla cuenta con la presencia institucional de la CES en el Centro de Cooperación Operativa, lo que posibilita su asistencia a todas las reuniones de este organismo y, además, mantiene una línea directa permanente con los empresarios para comunicar en tiempo cualquier incidencia y actuar en consecuencia.
Los empresarios sevillanos de sectores como la hostelería y las empresas de alimentación, se han regido en estos días por una normativa municipal muy restrictiva pero que, a pesar de todo, la han acatado en aras a la seguridad. Sin embargo, esas mismas restricciones han posibilitado la proliferación de la venta ambulante indiscriminada de bebidas que, a pesar de que la policía ha sido muy activa, la cantidad de ilegales ha sido difícil de contener.
La CES pedirá formalmente al Ayuntamiento que, en el futuro, se tenga en cuenta a los empresarios a la hora de elaborar la normativa que regula tanto Semana Santa como Feria, fechas con gran trascendencia en las empresas sevillanas.
En el caso de este año en Semana Santa, la venta ambulante con licencia ha jugado con ventaja respecto a los empresarios radicados en las zonas afectadas. Es más, han sido decenas las quejas de empresarios de hostelería y de empresas de alimentación que han asistido a la paradoja de que, mientras ellos permanecían cerrados o imposibilitados de vender, los ambulantes no se han visto afectados por esas mismas restricciones.