A pesar de las altas temperaturas que se han registrado en la localidad en los últimos días, Manzano se ha mostrado optimista de cara a la campaña 2009. “La temporada se espera buena para el sector, tanto en cantidad como en calidad, puesto que la climatología nos ha acompañado durante el año”, ha manifestado el presidente de la Cooperativa Unión de Viticultores. En este sentido, la cosecha se estima que pueda superar los 2 millones de kilos, una cantidad algo inferior al pasado año. “El motivo por el que la cosecha será inferior a 2008 es muy sencillo. Cada vez hay menos viñedos en Chiclana y eso provoca que la producción sea menor”, ha aclarado Manzano. “Desgraciadamente, la viticultura está en manos de personas mayores y los jóvenes no quieren seguir trabajando en el campo, por lo que nuestra única opción es que se mantenga lo que aún persiste en los campos chiclaneros”, ha lamentado el máximo dirigente de la Unión de Viticultores, quien cree que “ya es tarde para que el sector se recupere, a pesar de que hay mayor interés en la viña tras la crisis en la construcción”.
Calidad de la uva
A pesar de ello, la cosecha que está a punto de comenzar se presenta muy positiva en cuanto a la calidad de la uva. En este sentido, el mosto debe superar los 10,5 grados baumé para que pueda recogerse, tal y como exige la Denominación de Origen Jerez. “El año pasado superamos los 11 grados baumé y para la campaña actual las previsiones también esperamos que la uva alcance su grado más óptimo”, ha comentado Manzano.
El único factor que teme los viñistas para que la cosecha no se desarrolle con normalidad vuelve a ser, una vez más, las precipitaciones, que podrían bajar el grado baumé de la uva. “Esperemos que no llueva durante la campaña y podamos obtener unos resultados excelentes, como ya sucedió el pasado año”, ha expresado Manuel Manzano.
Degustación de vinos chiclaneros
Por otro lado, con el objetivo de dar a conocer entre los turistas que visitan el municipio los caldos, los alumnos de la escuela taller Viñas de Chiclana protagonizan este viernes una clase práctica en la plaza de Las Bodegas. Un enclave apropiado por su valor simbólico y también por la gran afluencia de personas que cada mañana visitan el nuevo Mercado.
Así, de doce del mediodía a dos de la tarde, los alumnos que forman parte de este proyecto formativo ofrecerán a todos los visitantes una degustación de los vinos de la localidad, así como información sobre los mismos.
De este modo, estos jóvenes explicarán a todos los interesados las diferencias entre los distintos tipos de vino como el moscatel y el fino, tanto en su sabor, en la idoneidad de su degustación, como en la forma de elaboración y el cultivo de las vides. Igualmente facilitarán información sobre las distintas bodegas del municipio, invitando a todos los turistas a visitarlas con el objetivo de fomentar el turismo enológico en el municipio.