El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, sellaron en Montreal un alianza progresista para hacer frente a retos globales como el cambio climático y la igualdad de género.
Sánchez y Trudeau se reunieron con motivo de la visita oficial realizada por el jefe del Gobierno a Canadá, la primera en quince de años de un presidente español.
Como muestra de su sintonía, firmaron dos declaraciones en las que dejan patente el compromiso de ambos por trabajar de forma conjunta en la esfera internacional para hacer frente a esos retos globales que fueron el eje de su conversación.
En ellas se recogen los asuntos que creen clave para desarrollar su agenda progresista y a los que se refirieron en sus intervenciones ante la prensa.
Sánchez habló, por ejemplo, de la igualdad de género para destacar la gestión de su Gobierno en este ámbito y citar como muestra el impulso del pacto contra esta lacra y las medidas de protección de menores víctimas de esta violencia.
Por su parte, Trudeau abogó por un crecimiento económico que facilite el bienestar de las mujeres, por el incremento de su participación en los ámbitos directivos y por el aumento de la formación de mujeres y niñas en determinados ámbitos educativos como el relativo a las ciencias.
Además, resaltó la coincidencia con Sánchez en promover la igualdad de género no sólo en sus respectivos países, sino fuera de sus fronteras y en instituciones internacionales como Naciones Unidas.
Respecto al cambio climático, el presidente del Gobierno consideró que la solución pasa por el multilateralismo y dijo que este va a ser un asunto central esta semana en Nueva York con motivo de la apertura del nuevo periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Para Sánchez, después de la crisis económica, los líderes progresistas deben trabajar para "ganar una década" y sacar lecciones de los malos tiempos que se han vivido.
Al respecto, consideró esencial vincular el desarrollo económico con la justicia social.
Trudeau subrayó por su parte que comparte con Sánchez la prioridad de construir un mundo más abierto y democrático, fomentar los derechos humanos y la paz, y hacer frente al problema de la crisis migratoria.
Para el primer ministro canadiense, la inmigración legal es positiva para la economía, pero lamentó que haya opciones políticas que están "exagerando el temor y creando angustia".
"Lo que podemos hacer es presentar argumentos sólidos para demostrar que la inmigración es un aspecto muy positivo para nuestras comunidades", añadió.
También destacó Trudeau la colaboración que ya existe entre su país y España en algunas misiones militares internacionales, y Sánchez se refirió en concreto a la desplegada en Letonia y a la que tiene como objetivo formar a las tropas iraquíes en la lucha contra el Daesh.
En su intervención, el jefe del Gobierno aprovechó para invitar a su anfitrión a visitar próximamente España y elogió la labor que está realizando al frente de su país.
Por su parte, Trudeau se refirió a la importancia del idioma español, asunto ante el que Sánchez destacó el trabajo del Instituto Cervantes, al que calificó de "buque insignia" de la lengua española.
En la conferencia de prensa y después de que el Gobierno canadiense haya aprobado el uso recreativo de la marihuana, Sánchez fue preguntado por la posibilidad de que pueda seguir esos pasos pero ha evitado pronunciarse al respecto.
"Estoy en lo que estoy. Tengo ya suficientes problemas. Por tanto, ahí me quedo", ha contestado.
Tras su conferencia de prensa, Sánchez y Trudeau protagonizaron una conversación en el foro Global Progress auspiciado por el primer ministro canadiense y en el que desarrollaron las bases de sus propuestas en favor de una agenda progresista.
La jornada del presidente del Gobierno en Montreal concluirá con una recepción a la colectividad española y mañana se desplazará a Nueva York para iniciar una agenda de cuatro días en el marco de su intervención en la apertura del nuevo periodo de sesiones de Naciones Unidas.