El expresidente del Gobierno Felipe González ha alertado este viernes de que en España, como en otros países, "se está fragilizando la institucionalidad" de la democracia representativa, por lo que ha defendido que se hagan reformas que permitan nuevas formas de participación ciudadana para evitar caer en autoritarismos de "caudillos que se transformarán en tiranos".
"Tenemos que ponernos en alerta porque la crisis puede ser muy seria", ha avisado en el Foro Iberoamérica que se desarrolla en el hotel Intercontinental y en el que ha intervenido minutos antes el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez.
González ha llamado la atención acerca de que los españoles se están "inventando problemas para eludir los problemas reales" que hay que enfrentar. "Se hacen cuestionamientos de cosas que no afectan a nada más que a inventarse un problema para eludir de verdad los desafíos que tenemos por delante", ha reflexionado.
Y esto sólo refleja que el país no está "en condiciones de discutir los verdaderos desafíos" que tiene por delante, como la forma de encarar la revolución tecnológica en todos sus aspectos. "Porque lo incierto no es lo que va a pasar con la revolución tecnológica, eso es lo cierto, es si vamos a saber conducirla", ha abundado.
La crisis de gobernanza que atraviesan muchas democracias se debe, ha razonado, a varios factores, entre los que ha citado el sentimiento de los ciudadanos de que votan a sus representantes pero hay poderes que no controlan que condicionan las decisiones de esos representantes, unido a elementos como el impacto de las redes sociales o el deterioro de la división y el respeto entre los poderes públicos.
Los elementos esenciales de la democracia representativa, su fundamento liberal, está "amenazado", pero "no para sustituirlo por algo mejor, sino peor". Porque en estas situaciones de crisis de la democracia representativa predomina, a juicio de González, la "tentación" de buscar "caudillos para que nos salven quién sabe de qué".
GOBERNAR POR LAS BOTAS.
"Hay un deterioro de lo que conquistamos hace muy poco tiempo, de la democracia. Hay algunos gobernantes de algunos estados que llegan por el voto y deciden gobernar por las botas. A veces las botas militares y otras las simbólicas, las botas de someter al poder judicial y anular el poder del parlamento y de gobernar con la represión, la persecución. Este es el ejemplo de Venezuela", ha explicado, si bien reconoce que el peligro de deslizarse hacia el autoritarismo existe también en España.
Cuando se cumplen 40 años de la Constitución española, González ha lamentado que los "reformistas" como él, los que apuestan por llevar a cabo "reformas razonables" desde la "centralidad" representen un espacio cada vez más reducido frente a los "liquidacionistas" y los "inmovilistas".