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Jueves 14/11/2024
 
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Sevilla

Un miliario romano "sin precedentes" y hallado por la Guardia Civil

El hallazgo fortuito en un cortijo de La Rinconada (Sevilla) se produjo cuando la Guardia Civil investigaba un posible delito en esa finca

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  • El hallazgo de la Guardia Civil. -

Una investigación promovida sobre el miliario romano descubierto fortuitamente por la Guardia Civil en un cortijo de La Rinconada (Sevilla), donde los agentes investigaban un posible hecho delictivo, refleja que la pieza pertenece a una serie de "miliarios de Adriano" de la que ya habían sido hallados otros tres. Tales miliarios, según este estudio, están caracterizados por una "ejecución muy cuidada y sin parangón" de su moldura e inscripción, toda vez que la identificación del trazado de la vía a la que pertenecían sigue siendo un "problema" para los científicos.

Este trabajo en cuestión se titula 'Cuarto miliario bético de la serie Hadrianus Augustus fecit hallado fortuitamente en La Rinconada' y está firmado por el investigador de la Universidad Complutense de Madrid Sergio España Chamorro.

En este estudio, recogido por Europa Press, este investigador rememora que a finales de mayo de 2014, una patrulla de la Guardia Civil accedió a un cortijo de La Rinconada para indagar si en su interior estaba siendo cometido algún delito, toda vez que tiempo atrás, dicho recinto habría sido objeto de un incendio que supuso ya la movilización de los agentes del Instituto Armado.

Al inspeccionar detenidamente el cortijo, según recuerda el autor de este trabajo, los funcionarios de la Guardia Civil descubrieron entre otros aspectos "un fuste de columna romano y lo que se identificó desde un primer momento como una inscripción en latín", lo que motivó la activación del protocolo orquestado para los hallazgos de vestigios históricos.

Así, mientras los especialistas de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía precisaban que la pieza en cuestión era un antiguo miliario romano, siendo el mismo trasladado al Conjunto Arqueológico de Itálica, en Santiponce, de cara a su restauración, el dueño del cortijo habría declarado a la Guardia Civil acerca del hallazgo que "su padre, que poseía una empresa de trabajos de construcción, había sido el responsable" del descubrimiento del miliario y su depósito en la finca en cuestión.

Según este hombre, su progenitor era "aficionado a este tipo de piezas, que iba obteniendo de las casas en las que trabajaba en Sevilla y alrededores y que después trasladaba a la finca que poseía en La Rinconada", donde después habrían sido localizados otros vestigios históricos aunque probablemente de "escaso valor".


PROCEDENTE DE LAS CANTERAS DE ALMADÉN

Sea como sea, este estudio detalla que el miliario romano hallado en el citado cortijo de La Rinconada fue tallado en mármol blanco procedente de las canteras de Almadén de la Plata, centrando la investigación en la inscripción que muestra la pieza, pues previamente no había sido objeto de estudio.

Al respecto, Sergio España Chamorro avisa de que como consecuencia del incendio del cortijo donde se encontraba el miliario, el mismo sufre "grandes fracturas" que afectan "a la lectura de la inscripción" al mediar incluso "la pérdida de alguna letras". Empero, el autor de este trabajo realiza en el mismo su "propuesta de edición" respecto a la inscripción del miliario:
I

HADRIAN[VS]
AVG(VSTVS)
[F]ECIT

A continuación, Sergio España argumenta que "tanto por su 'ordinatio' como por la cuidada paleografía, no hay lugar a dudas de que esta pieza fue realizada al mismo tiempo y en la misma 'officina' lapidaria" que otros tres miliarios hallados en Guillena a comienzos del siglo XX y en Itálica en 1942 y 1990. "Los miliarios de esta serie, incluido el que se está tratando aquí, presentan la moldura y la inscripción con una ejecución muy cuidada, algo sin parangón en Hispania", asevera el autor de este trabajo, abundando que las inscripciones de estas piezas tienen algunas "particularidades en comparación al resto de miliarios hallados en la Baetica", por ejemplo la ubicación del numeral en la zona superior, algo "no habitual en los miliarios imperiales".


EL TRAZADO DE LA VÍA

Y aunque esta pieza constituiría "la milla uno de una serie de miliarios" cuya existencia de conoce "hace más de cien años" gracias al hallazgo del primero de ellos, Sergio España avisa de que aún no es posible formular "una hipótesis fuera de dudas sobre la vía a la que pertenecieron".

Este autor, en ese sentido, descarta que estos "cuatro miliarios de Adriano" perteneciesen a la Vía Augusta o la vía que conectaba la antigua Hispalis con Augusta Emerita, y aboga por interpretar este camino con un "eje viario de norte a sur".

"Atendiendo a una progresión de norte-sur y teniendo en cuenta que el miliario de Guillena no apareció en contexto, a pesar de que en la Antigüedad su emplazamiento originario probablemente debió encontrarse en una vía cercana a dicha localidad, podríamos estar ante una rehabilitación completa de una vía que atravesase el conventus Hispalensis transversalmente, o al menos hasta Itálica", plantea Sergio España Chamorro, recordando que los miliarios descubiertos en Itálica correspondían a las millas XXV y XXVI y abogando por localizar la "milla cero" al noreste "y no al norte".

El autor, no obstante, reconoce "la fragilidad de la documentación" y manifiesta su deseo de que "futuros hallazgos permitan dilucidar de manera más clara un problema que se viene tratando desde hace más de un siglo", en referencia al trazado de la vía a la que pertenecerían los citados miliarios.

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