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Miércoles 27/11/2024
 
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España

Sánchez pide perdón por España al exilio, "tarde pero con orgullo"

Ha subrayado que está en Francia para recordar a todos los exiliados y "rendir homenaje a aquella democracia española que fue derrotada por la tiranía"

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido este domingo, en nombre de España, perdón al exilio español que abandonó el país tras la guerra civil. Un perdón que, ha admitido, llega "tarde" y "a deshora", pero "con el orgullo de recuperarlos para siempre".

En las playas de Argelès-sur-Mer, que albergaron un campo de internamiento con cerca de 100.000 exiliados españoles, Sánchez ha pronunciado el discurso que ha puesto fin a esta jornada de homenaje al exilio, en la que el presidente ha visitado las tumbas del último presidente de la República, Manuel Azaña, y del poeta Antonio Machado.

Un grupo de independentistas han tratado de boicotear el acto e interrumpirlo con gritos de protesta, a lo que han respondido muchos de los asistentes exigiendo que se callaran y gritando "viva España". Finalmente, agentes de la Gendarmería francesa han conseguido apartar a este grupo y alejarlos del punto donde se realiza el acto. 

En su intervención, Sánchez ha subrayado que está en Francia para recordar a todos los exiliados y "rendir homenaje a aquella democracia española que fue derrotada por la tiranía".

Al recordar a Machado y a Azaña, ha señalado que ha visitado sus tumbas para mostrar "el respeto de su patria que un día les fue negado".

Y les ha recordado como "dos personas dialogantes, cultas, creativas, pacíficas y sensatas. Dos personas que cualquier país habría querido tener entre sus ciudadanos".

Ambos, ha apuntado, son leídos por todos los españoles porque sus palabras "nunca fueron de confrontación, sino de encuentro".

Y ésa, en su opinión, es una de las pruebas de que la Constitución de 1978 "restauró los valores" de la República de 1931.

Unos valores que hacen que "ésa es la España con la que soñó Azaña", una España unida, diversa, democrática, tolerante y en continuo progreso", ha recalcado Sánchez.

Pedro Sánchez ha lamentado el destino de los españoles que tuvieron que abandonar el país y que "pagaron con el exilio, con su libertad y a veces con su vida la defensa de la democracia".

Y ha puesto ejemplos como el del fotógrafo Francesc Boix, que tras salir de España y enrolarse en el ejército francés y participar en la Resistencia contra los nazis, fue enviado al campo de Mauthausen. 

Las fotos que logró hacer y esconder allí sirvieron para demostrar la culpabilidad de muchos de los nazis juzgados en Nuremberg. 

"Eso es Europa. Esos valores de tolerancia, de libertad y de convivencia serena", ha dicho el jefe del Ejecutivo.

Al recordar al conjunto del exilio, Sánchez ha vuelto a admitir la tardanza de este homenaje.

"Es tarde, muy tarde. Han pasado muchos años desde que tuvieron que marcharse. España tendría que haberles pedido perdón mucho antes por la infamia", ha lamentado el presidente del Gobierno al referirse tanto a Azaña y Machado como al conjunto del exilio.

Pero ha puesto en valor hacerlo ahora, aunque sea tarde y "a deshora" y "con el orgullo de recuperarlos para siempre".

Y ha subrayado, recordando una reflexión que hizo el propio Machado en una entrevista al final de sus días, que aquellos que perdieron entonces la guerra en realidad, "humanamente", la ganaron.

Todo en un discurso en el que Pedro Sánchez ha recordado el prólogo que Machado escribió a varios discursos de guerra de Azaña en el que advierte de que el futuro de España no será "nada" con el "triunfo total de sus adversarios".

Una cita tras la que Sánchez ha advertido de que "no cabe la indiferencia" ni "mirar a otra parte" y ha añadido que "no cabe pensar que el antisemitismo, la homofobia, la xenofobia y el nacionalismo excluyente son pequeños vientos sin importancia que se apagarán solos".

No se ha olvidado Sánchez de contar las condiciones en las que vivieron los miles de españoles que estuvieron en los campos de internamiento de Argelès-sur-Mer, que se convirtieron en un lugar "inhóspito y doloroso".

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