Los sevillanos se tomaron el día festivo como descanso de la jornada del Martes de Feria, uno de los más bulliciosos de toda la semana. El Ayuntamiento de Sevilla achacó, de hecho, las cifras “ligeramente inferiores” al miércoles festivo del año pasado al “síntoma de agotamiento” pero también a las “altas temperaturas que se están viviendo”. Los termómetros han marcado estos días en torno a los 25 grados de máxima. Es a partir de hoy viernes y en la recta final de la Feria cuando el mercurio comenzará a subir, hasta alcanzar los 32 grados de máxima que prevé la Agencia Estatal de Meteorología.
El delegado de Movilidad, Seguridad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, hizo ayer el balance del Miércoles de Feria festivo, en el que el descenso de visitantes era evidente en cifras como el uso del transporte urbano, ya que Tussam transportó 188.334 viajeros, un 7,7 % menos que el miércoles festivo de 2018. “También hemos apreciado entre un 1 y un 4% en los accesos desde la SE-30 y un 18 % menos de coches en el aparcamiento del Charco de la Pava”, apostilló Cabrera. La caída de la cifra de asistentes se apreció también en el Metro, aunque, en este caso, el delegado aclaró que la mayoría de los pueblos del Aljarafe disponen este año de lanzaderas de autobús para sus vecinos, de modo que muchas personas han prescindido de la línea 1 para llegar hasta las inmediaciones del Real.
En materia de seguridad, Juan Carlos Cabrera destacó “la drástica caída de presencia de botellonas tanto en el Real como en el barrio de Los Remedios”, así como la intervención por parte de la Policía Local de cinco furgonetas de reparto ilegal de bebidas en el recinto. La Policía Local, además, desmanteló diez puntos de venta, en su mayor parte en la Calle del Infierno y su entorno, al tiempo que fueron intervenidas 84 botellas. “Seguimos detectando y anulando rutas alternativas de entrada de este tipo de bebidas que, además de ser ilegales, entrañan un peligro para la salud al escapar de cualquier control sanitario”, según incidió Cabrera. Como curiosidad, los agentes ha llegado a interceptar a personas que han querido meter bebidas sin control legal de consumo usando bicicletas.
La Policía Local realizó 212 pruebas de alcoholemia y 2.097, la Guardia Civil, con tres y 42 con resultado positivo, respectivamente, además de 231 asistencias sanitarias, con 13 que necesitaron traslado a un centro hospitalario. Cabrera calificó, no obstante, esta Feria 2019 de una semana “con muy buena asistencia de personas, en la que hasta la fecha se está viviendo como todos deseamos, en términos de normalidad”. Sevilla cerró el miércoles con 288,62 toneladas de basura retirados del Real y su área de influencia, -un 1,7% menos que el mismo día de 2018-, y 1.240 entradas de carruajes frente a los 806 del miércoles de Feria de 2018.
“No hay bolsillo que aguante”
El mejor termómetro sobre la afluencia al Real de Los Remedios es el consumo en las casetas. Sobre este particular, el presidente de los hosteleros de Sevilla, Antonio Luque, afirmó ayer en el programa especial de la Feria de Abril 2019 de 7TV que se están registrando buenos números “pero sin excesos, con días buenos y días malos, como es el caso del domingo y el lunes”. Para Luque la penuarias económicas derivadas de la crisis “no ha pasado aún”. No son pocos los sevillanos y visitantes que optan por comer antes de entrar en la Feria y lo hacen a partir de las seis de la tarde, como se puso de evidencia el pasado martes.
“No hay bolsillo ni cuerpo que aguante una feria de sábado a sábado”, reconoció Antonio Luque. Los hosteleros ya tienen identificados cuáles han sido los mejores días para el negocio: el domingo a mediodía, el martes por la noche y el miércoles al mediodía. Para Luque, en contraposición a lo manifestado por el concejal Juan Carlos Cabrera, el calor “no es justificación” para una menor afluencia. “No está siendo una Feria calurosa”, reconoció.
En cuanto a una posible ampliación de la Feria, el presidente de los hosteleros lo consideró una buena iniciativa, al igual que el hecho de que vayan a ser casetas abiertas al público y de mayor tamaño, ya que en las actuales dominan las familiares y de poco espacio. “Sería una buena opción que hubiera una caseta para que los nuevos cocineros ofrezcan el potencial gastronómico de Sevilla”, sugirió como idea.
Si hay algo en lo que están especialmente contentos tanto los vecinos de Los Remedios como los propietarios de bares y restaurantes del entorno es con el dispositivo desplegado esta Feria para combatir las botellonas. “A la feria no le dignifica ver una botellona en la portada”, se lamentó Antonio Luque, para que el que habrá que hacer también una labor de concienciación con los más jóvenes para que no se beban una botella de whisky aunque “sólo por su salud”. Por último, sobre la posibilidad de regular el exceso de carruajes, Luque consideró que, si se hace, hay que ejecutarlo “con sentido, como con los veladores”. “No se puede dar todo y después que te lo quiten todo. Hay que hacerlo con mesura”, sentenció.
Sean cuales sean las posturas de unos y otros, después de tres años desde que se implantó la Feria de sábado a sábado y con un festivo local, los sevillanos han demostrado que saben adaptar sus costumbres y gastos a la realidad diaria. Lo que permanece imperturbable año tras año son las ganas de disfrutar de una de las fiestas grandes de la ciudad que es, además, reclamo turístico, como así ponen de manifiesto, por ejemplo, los cruceros fondeados en las Delicias.