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Sábado 02/11/2024
 

Huelva

Ecologistas critica los incumplimientos de la Junta sobre Riotinto

Aseguran que la Administración autonómica "oculta el grave riesgo de rotura, acreditado por un informe técnico, de las balsas de Atalaya"

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  • Mina de Riotinto. -

Ecologistas en Acción ha criticado este lunes que la Junta de Andalucía "incumple las sentencias firmes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) y oculta el grave riesgo de rotura, acreditado por un informe técnico, de las balsas de Atalaya Riotinto Minera", en la mina de Riotinto (Huelva).

En un comunicado, Ecologistas en Acción ha señalado que "se constata similitud con la rotura de la presa minera brasileña en Brumadinho, en enero de 2019, y emprenderá acciones judiciales para impedir una gran catástrofe en la cuenca del Odiel".

Según ha remarcado la organización conservacionista, "Atalaya Riotinto Minera está usando las mismas técnicas de construcción y recrecimiento de balsas que llevaron a la rotura instantánea de la mina de Brumadinho (Brasil) el 25 de enero de este mismo 2019".


En Riotinto, como han proseguido, al igual que en Brumadinho, "se ha usado el método 'aguas arriba' consistente en construir nuevos diques encima de los anteriores pero manteniendo debajo una gran cantidad de lodos sin compactar, con un nivel freático muy alto, y sin separación entre limos (más finos que 0,075 mm) y arenas (más gruesos que 0.075 mm)". "La mezcla de arenas y limos también fue la causa de la rotura de la presa Fundão en la mina Samarco, en Brasil en 2015", han dicho.

Además, en Riotinto, "en vez de usar arenas para la construcción de los nuevos diques y la formación de playas de seguridad que mantengan al agua separada de los muros, están excavando lodos ya depositados (mezcla de limos y arenas) y usándolos para la construcción de los nuevos diques de recrecimiento, lo que constituye un grave riesgo añadido para la seguridad futura de esos muros".

De este modo, Ecologistas en Acción ha alertado de que "una posible rotura de las balsas de Riotinto provocaría una gran catástrofe humana, social y ambiental en toda la cuenca del río Odiel, con afecciones en pocos minutos en la población de Sotiel Coronada, y en pocas horas en zonas pobladas e industriales de Gibraleón, Huelva y Aljaraque, con afecciones a importantes infraestructuras (carreteras, puentes y ferrocarriles) y con destrucción segura del espacio protegido de las marismas del Odiel".

Para prevenir y evitar estos desastres, desde este año 2019, Brasil ha prohibido la construcción de presas por el método 'aguas arriba', que ya estaban prohibidas en Chile desde 2007, mientras que en "España las diseña para Atalaya Riotinto Minera precisamente una empresa chilena que obviamente conoce los riesgos que entrañan esos métodos de construcción", según han indicado.

De hecho, como han continuado, "el riesgo de rotura de Brumadinho fue advertida por un informe técnico casi cuatro meses antes, donde se identificaba 'la licuefacción estática y la erosión interna como las causas más probables de una falla potencial'".

Igualmente, a finales de agosto de este año, Ecologistas en Acción trasladó a la Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático de la Junta de Andalucía un resumen, conclusiones y recomendaciones del informe técnico independiente realizado por el profesor Dr. Steven Emerman, que indica que "la mezcla de arenas y limos promueve la licuefacción al evitar el drenaje de las arenas y mantener las arenas en un estado no consolidado. Con base en lo anterior, la probabilidad de falla de la presa debido a la licuefacción es muy alta".

A esto se le une que desde el reinicio de la actividad minera en 2015, Atalaya Riotinto Minera "ha incumplido sistemáticamente su obligación de desecar los lodos hasta conseguir un 50 por ciento de contenido en sólidos, antes de verterlos a las balsas". Esto ha provocado un incremento "considerable del nivel freático en las balsas cerca de los muros, que acelera los procesos de erosión interna de los mismos", según ha destacado Ecologistas en Acción.

Por su parte, la Junta de Andalucía autorizó en noviembre de 2018 una modificación "sustancial de la Autorización Ambiental Unificada (AAU) para permitirle a la empresa reducir hasta el 35 por ciento el contenido en sólidos de los lodos, y permitirle prescindir de la operación de 'ciclonado' que consigue la necesaria separación de limos y arenas, reduciendo en consecuencia aún más la seguridad de las balsas, en contra del sentido común y de las alegaciones presentadas por Ecologistas en Acción".

Según han recordado desde Ecologistas en Acción, "los letrados de la Junta de Andalucía intentaron que esta modificación sustancial de la AAU sirviera para eludir el cumplimiento de la sentencia del TSJA de 19 de septiembre de 2018 que anuló la AAU original de 2014, pero el TSJA fue tajante y el 23 de abril de 2019 sentenció la nulidad de la autorización de funcionamiento de la mina de 23 de enero de 2015, desmontando el falso argumento de que la modificación sustancial de la AAU sustituía a la AAU anulada".

Desde ese momento, la mina "no dispone de ninguna de las autorizaciones imprescindibles para funcionar, ni la ambiental ni la minera, sin que la Junta de Andalucía haya tomado ninguna medida para evitar el funcionamiento ilegal de la mina, ni haya siquiera iniciado ningún expediente sancionador al respecto". Recientemente, el 14 de noviembre, el Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia del TSJA de nulidad de la autorización de funcionamiento de la mina, al igual que el 26 de marzo confirmó la sentencia del TSJA de nulidad de la AAU.

El pasado mes de octubre Ecologistas en Acción inició un nuevo recurso ante los juzgados de Huelva contra la modificación sustancial de la AAU y "simultáneamente ha pedido al TSJA que la anule directamente, como ejecución de la sentencia de nulidad de la AAU inicial". En ambos casos se ha aportado copia del informe independiente del profesor Steven Emerman, para acreditar "la necesidad de adoptar medidas cautelares que impidan la rotura de las balsas".

Para Ecologistas en Acción, "las conclusiones finales del profesor Steven Emerman son demoledoras" ya que "el mejor juicio de este autor es que la probabilidad de la falla de las presas debido a la licuefacción es del 15 por ciento en un año dado. Una probabilidad anual del 15% corresponde a una probabilidad de la falla de las presas del 28% en dos años, 38% en tres años, 48% en cuatro años y 56% en cinco años. En otras palabras, existen las mismas posibilidades de que las presas de relaves fallen o no fallen en los próximos 4-5 años".

"La probabilidad se convierte en 95 por ciento en los próximos 19 años, por lo que la falla de las presas en los próximos 20 años es casi inevitable", han concluido.

 

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