La cifra de nacimientos en la provincia de Jaén sigue en caída libre y, durante el primer semestre de este año, alcanzó mínimos históricos. Los 1.851 nacimientos registrados durante los seis primeros meses del año (338 en la capital) es la cifra más baja desde que hay estadísticas oficiales y supone casi la mitad de las que se registraron a principios de este siglo, cuando hubo 3.390 nacimientos. Así, según los datos hechos públicos ayer por el INE los 1.851 nacimientos del primer semestre suponen también el quinto año de caída consecutiva en ese mismo periodo tras los 2.345 (primer semestre de 2018), 2.424 (2017), 2.647 (2016) y 2.717 (2015). La tasa de natalidad también sigue su descenso imparable. En 2018 fue del 7,7 (nacimientos por 1.000 habitantes), frente al 10,5% de principios de siglo.
Y también con datos del INE, el número de defunciones durante el primer semestre del año en la provincia fue de 3.029 (463 en la capital). Son menos defunciones de las registradas en el mismo periodo del año anterior y presentan un nivel similar a las del año 2000, cuando se contabilizaron 3.172. La tasa de mortalidad, que en el año 2000 estaba situada en 9,08 (defunciones por 1.000 habitantes) estaba en el último año en el 10,85. De este modo, teniendo en cuenta el número de nacimientos y de defunciones la provincia tuvo durante el primer semestre del año un saldo vegetativo negativo de 1.178 habitantes. La provincia jiennense mantuvo la tendencia que se da en toda Andalucía, donde se registraron 3.608 más fallecimientos que nacimientos, los cuales disminuyeron en un 5,7% en dicho periodo de tiempo respecto al de 2018, hasta un total de 32.264.
Por lo que respecta a matrimonios, los celebrados durante el primer semestre en la provincia fueron 1.010, frente a los 938 del año anterior, aunque por debajo de los 1.302 del mismo periodo en el primer año de este siglo. Atendiendo al tipo de celebración, en Andalucía el 66,1% de los matrimonios fueron exclusivamente civiles, aunque Jaén es es la única provincia andaluza donde los civiles ( 48,9%) están por debajo de los católicos (51,1%).
Congreso
Y sobre despoblación se habló ayer en Andújar en el III Congreso de la Cátedra Blas Infante de Historia de Andalucía, dedicado en esta edición a hablar del cooperativismo, el despoblamiento y el desarrollo rural. El presidente del Consejo Económico y Social de la provincia de Jaén y director del Congreso, Manuel Parras, fue el encargado de impartir la conferencia inaugural, titulada 'El papel del cooperativismo agrario agroalimentario como dinamizador de los espacios rurales'. El encuentro se desarrolló en torno a tres mesas: la primera, sobre despoblamiento; la segunda, sobre cooperativismo; y la tercera, sobre políticas públicas de desarrollo rural, diálogo en el que intervendrá la vicepresidenta segunda de la Diputación y diputada de Economía, Hacienda, Asistencia a Municipios y Recursos Humanos, Pilar Parra. La clausura del congreso corrió a cargo del presidente de la Fundación Savia, Francisco Casero, con la ponencia '¿Hacia dónde debe caminar el campo?'. Durante su intervención en este congreso, el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, admitió que la despoblación es uno de los principales retos a los que se enfrenta la provincia jiennense: “Seguimos teniendo dificultades y desafíos, a los que pueden aportar importantes claves reflexiones”, dijo.
