El 15 de septiembre de 2008 nuestra sociedad se quebró. O mejor dicho, nuestra economía se hizo pedazos, aunque en ese momento no nos diéramos cuenta. Ese día, tras años de malversación y de ocultar la situación real de los mercados, Lehman Brothers se declaró en bancarrota y dio comienzo a una crisis económica mundial sin precedentes. Pese a que muchos lo negaban, comenzó la gran Recesión.
José Ramón de la Osa Bonilla vivió todo aquello en primera línea de batalla. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid. Entre 1999 y 2004 trabajó en la Sociedad de Valores del grupo CAM centrado en la gestión de patrimonios, entre 2004 y 2012 en la tesorería de la caja gestionando la cartera de renta variable y de fondos de inversión de la caja. En la actualidad es operador de bolsa en Banco Sabadell. Y acaba de publicar un apasionante libro que debiéramos leer todos para que no nos pillen por sorpresa : “Anatomía de la crisis. Orígenes y diagnóstico de la crisis que viene”.
En España tenemos la sensación que nos llega la siguiente crisis sin habernos recuperado de la anterior. El empleo ha recuperado los niveles pre-crisis y los salarios ya suben en ciertos sectores, pero el desempleo y la precariedad continúan siendo muy elevados. La recuperación del mercado inmobiliario en las grandes ciudades ha ido muy por delante de la mejora del poder adquisitivo del ciudadano medio, lo que nos lleva a pensar en otra burbuja inmobiliaria.
Cuando parecía que se iban a revertir las medidas extraordinarias de política monetaria tomadas por el BCE, nos encaminamos hacia un escenario de tipos de interés negativos, seguramente el mayor experimento monetario de la historia reciente.
A pesar del cúmulo de errores cometidos en la gestión de la crisis y de las graves secuelas que esta ha dejado en la sociedad española, estamos mejor preparados para la siguiente crisis de lo que pensamos. Tras habernos asomado al vacío en 2012, hemos sido capaces de volver a la senda del crecimiento económico, evitando un estallido social. Los españoles tenemos la habilidad de buscarnos la vida y salir adelante cuando nadie da un duro por nosotros. Nietzsche tenía razón, lo que no te mata te hace más fuerte.