La música amansa a las fieras y también ayuda a combatir el aburrimiento y a calmar el alma. Por ello, cualquier propuesta en tiempos de confinamiento es más que bien recibida. Si encima te deleitan con un concierto de primer nivel, el éxito está asegurado.
Eso es lo que pasó el pasado domingo en la avenida Costa de la Luz de la capital onubense, donde reside un vecino muy especial, el tenor Francisco Escala, que por un rato cambió las tablas de los teatros por un improvisado escenario en su balcón, desde el que deleitó a sus vecinos con un concierto de ópera.
Un gesto que la comunidad vecinal del número 18 de dicha avenida ha querido agradecer difundiendo el vídeo de la actuación de Escala, que desde 2008 es miembro del Coro del Teatro de la Maestranza de Sevilla.