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Miércoles 20/11/2024
 

Campo de Gibraltar

Patricia Lobato, de los campos de golf a las pantallas

La jugadora profesional y nutricionista de Guadiaro da el salto a los medios mientras aguarda para volver a un deporte en el que prevé muchos cambios

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  • Patricia Lobato, en una de sus intervenciones. -

Esta etapa de confinamiento a la que ha obligado el coronavirus ha servido a muchos para probar cosas nuevas al verse obligados a aparcar su rutina habitual. Es el caso de la golfista profesional sanroqueña Patricia Lobato. A pesar de no poder pisar los campos estas semanas, conjuga su faceta de jugadora, de monitora y de nutricionista en su estreno como colaboradora en el programa Holagolf. Este espacio se emite en Teledeporte, además de disponer de un portal propio en internet donde se comparten los programas, además de contenido formativo sobre golf al amparo de la Real Federación Española. Deseosa de volver a jugar, esta guadiareña de 31 años analiza el panorama golfístico que se presenta en la comarca.

¿En qué estaba cuando comenzó la crisis sanitaria del coronavirus?

–Pues la competición la tenía un poco en segundo plano. Me centré en terminar mis estudios y sólo competía en España. Estuve jugando el Santander Tour, el único circuito en el que estaba compitiendo. Fuera igual iba de vez en cuando a jugar algún pro-am, pero es que ahora se ha cancelado todo. Se ha esfumado el calendario que tenía planificado en España y clínics fuera de España, además de los eventos de la Fundación Jon Rahm.

Con todo esto, sin haber podido jugar ni nada he tenido más tiempo para poder dedicárselo a los estudios. Pero es muy complicado llevarlo a distancia, también. Te sientes muy sola. Y compaginarlo con el trabajo, además, es más complicado todo.

¿Cómo cree que podrá remontar el vuelo el golf comarcal después de todo esto?

–Creo que está muy claro que no va a haber el turismo que suele haber en torno al golf, sobre todo extranjeros, que también vienen por la gastronomía y el buen tiempo. Creo que va a ser el turismo español, el que viaja en un mismo territorio, es el que vamos a tener. Al menos, este año. Pero con la unión de todos creo que el golf de la comarca podrá levantar el vuelo.

Al menos, pronto podrán volver a jugar.

–Creo que sí, que a partir de esta semana que viene algunos campos ya tienen intención de empezar a abrir. Sobre todo los que son de socios. Me los imagino a todos esperando en la puerta [bromea]. Eso sí, con las nuevas restricciones habrá muchas modificaciones para jugar, como partidas de dos, sin tocar las banderas, sin rastrillar los búnkeres… Va a ser curioso y habrá que ir adaptándose. Pero bueno, poco a poco.

Este parón obligado ha servido para descubrir una faceta suya que no conocíamos ¿Cómo surgió la colaboración con Holagolf?.

–Ni yo misma la conocía. Surgió de forma muy espontánea. Yo colaboraba, antes de todo esto, con la Fundación Jon Rahm para niños. A la final del evento del año pasado vinieron varios medios y uno de ellos era el programa Holagolf. Me preguntaron si quería hacer las entradillas, que le llaman, una pequeña presentación. Al acabar, se ve que no debí hacerlo mal, porque la chica que producía el programa me comentó que le había gustado cómo lo había hecho y que igual me volvían a llamar para alguna presentación, pero el tema quedó ahí.  En el Open de España del año pasado volví a encontrarme con ellos y así, de forma muy espontánea, me dijeron que me ofrecían un contrato para el año siguiente, que si me interesaba. Y claro que sí, aquí estoy con ellos; encantada.

¿Es más difícil enfrentarse a la cámara que a un campo de golf?

–He tenido que aprender cosas. Por ejemplo al vocalizar, he tenido que practicar. Pero no me he visto nunca nerviosa, ni he sentido que la cámara me impusiera. Lo que pienso es que si me lo llevo a mi deporte, al golf, un putt de un metro me pone más nerviosa, porque las consecuencias de fallarlo son terribles. En cambio, si fallo cuando grabo, pues se vuelve a hacer. El deporte me ha enseñado a tener algo más de soltura. Nunca había pensado antes si me gustaba o no esto de los medios. Pero a día de hoy lo estoy disfrutando un montón.

Una de sus principales funciones en el programa es didáctica sobre el golf ¿Tenía experiencia en ese aspecto?

–Sí. Además de ser jugadora profesional hice mi promoción de técnico, el nivel 1, además de otras certificaciones. En el programa, además, quieren que aproveche mis estudios de Nutrición y que explique un poco de todo lo relacionado con la preparación en ese sentido, además de otros aspectos técnicos. De todas formas es formación para gente que empieza de cero, así que son cosas muy sencillas. Ahora voy a empezar con ejercicios y juegos para niños. Ahí tengo más experiencia. En la escuela de Los Naranjos llevo un grupito de niños y eso es lo que más me gusta, trabajar con los niños.

De hecho, se formó en La Cañada, la gran escuela de golf del Campo de Gibraltar, ¿No es así?

–Sí, mis primeros palos y mis primeros hoyos fueron en La Cañada, en la fábrica de jugadores. Ahora vivo entre Guadiaro y Sotogrande. Estuve fuera, en Madrid, unos cinco años, pero volví hace un año y medio. Estoy de vuelta en el paraíso.

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