La Policía Local de Málaga ha levantado actas de denuncia por emplear cachimbas en 18 establecimientos en las dos últimas semanas, uso que no está permitido conforme a lo dispuesto en el artículo 16 de la Orden 399/2020, del Gobierno Central. Estas denuncias representan el 20 por ciento de las que se han interpuesto a establecimientos de hostelería por el incumplimiento de las medidas decretadas con motivo del estado de alarma para evitar la propagación del coronavirus.
Desde la Policía Local y el Servicio Municipal de Sanidad han recordado que el uso de las cachimbas "hace aumentar de forma considerable el riesgo de transmisión de la COVID-19 y agentes infecciosos a través de la manguera para fumar, incluso aunque se utilicen varias boquillas".
Las denuncias que ha efectuado la Policía Local se practican conforme a lo dispuesto en el artículo 16 de la Orden 399/2020, que dispone que se tendrán que eliminar productos de autoservicio como servilleteros, palilleros, vinagreras, aceiteras, y otros utensilios similares, priorizando monodosis desechables o su servicio en otros formatos bajo petición del cliente.
En este sentido, las cachimbas son consideradas un elemento de uso común, claramente de "autoservicio" y por lo tanto no está permitido su uso, ya que, entre otros aspectos no puede garantizarse su adecuada desinfección, han precisado desde el Ayuntamiento de Málaga.
Además, han recordado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que "el aparato de 'pipa de agua', incluidas la manguera y la cámara, en sí mismo puede proporcionar un entorno que promueva la supervivencia de los microorganismos y está asociado con un mayor riesgo de transmisión de agentes infecciosos".
EL AYUNTAMIENTO ESTUDIA REGULAR SU USO
Si bien es cierto que su uso no está permitido ahora con motivo del estado de alarma, a falta de una regulación nacional de carácter permanente, el Ayuntamiento estudia la posibilidad de llevar a cabo una regulación restrictiva desde el ámbito local.
Además, han recordado que la Agrupación de Desarrollo de Prevención de Adicciones; a la que pertenecen el Ayuntamiento, a través del área de Derechos Sociales, y las entidades que trabajan en esta materia, ha impulsado en los últimos años varias campañas que desaconsejaban el consumo de cachimbas.
La campaña '¿Quién consume a quién?', lanzada por esta agrupación de desarrollo el año pasado aclaraba algunos aspectos como, por ejemplo, que el humo que se respira no es vapor de agua sino que contiene partículas de tabaco y carbón; es decir, contiene nicotina y otros compuestos adictivos difíciles de conocer por el insuficiente etiquetado que frecuentemente presenta el tabaco utilizado para cachimba.
En la campaña también se explicaba que por todo ello y a pesar de lo que pueda creerse, fumar cachimba no es más sano que fumar tabaco convencional y entre las consecuencias de hacerlo están perjuicios para el corazón, disminución de la capacidad física, aumento del riesgo de padecer enfermedad cardiovascular y duplicar el riesgo de padecer cáncer.
